Mi Vida

El enemigo

•DOS AÑOS DESPUÉS• 
Pasaron dos años y jamás le dije a mamá y papá que un tipo me había tocado y que tenía miedo, mucho miedo. Cuando cumplí 6 años todo iba muy bien, ahora vivíamos en casa de mis abuelos maternos, me sentía bien, ya no sentía tanto miedo, mis abuelos maternos siempre han sido como mis padres y por eso sentía tanta paz y tranquilidad estando con ellos, me sentía protegida.   
Un día fuimos a casa de mis abuelos paternos y ahí estaban mis primos, me llevaba muy bien con ellos, nos divertíamos mucho, ese día mi primo Marcos a quién quería como un gran amigo y después se convertiría en mi gran enemigo dijo que jugaríamos a las escondidas y sin pensarlo dos veces yo acepté porque me gustaba mucho eso de esconderme, era muy buena en ese juego pero ese día el juego se puso muy raro, mi primo me dijo que me escondiera con él.  
- Vamos, debes esconderte conmigo primita, nadie nos encontrará, dijo mi primo Marcos.  
- Sí, pero que nadie nos encuentre primito, dije yo siendo tan inocente.  
En ese entonces mi primo tenía doce años y yo tan sólo 6, estaban construyendo la casa de material y habían muchas ruinas, mi primo decidió que nos íbamos a esconder en el techo, no me pareció mala idea. Subimos al techo y el se bajó el pantalón, no sabía realmente que era lo que él estaba haciendo, me asusté mucho, le ví su miembro colgando, jamás había visto algo así, no supe qué hacer, sólo callé y me senté. - Chupalo, dijo mi primo.  
- No, eso no es una paleta, sólo la paleta se chupa, le dije atemorizada.  
- ¿Y eso qué tiene? Esto también puede chuparse, dijo él.  
- Pero primo, no quiero, me da asco, podrías dejarme bajar con mamá, le pregunté llorando de tanto miedo.  
- No, te dije que lo chuparas, ¡ahora!, o acaso quieres que mate a tus papás, grito él, al parecer estaba enojado.  
- Está bien, pero no le hagas daño a mamá y papá, por favor, le respondí.  
Comencé a chupar su miembro, asqueada, mientras él tocaba mis partes íntimas, me causaba dolor, terminé rosada de ahí abajo. Bajamos a comer y mamá vio que tenía mis ojos llorosos, me preguntó qué había pasado, le dije que no tenía nada, que todo estaba bien, ella se quedó preocupada pero decidió no preguntar nada más. Pasaron meses y mi primo seguía haciendo que chupara su miembro manteniendo la amenaza de matar a mis padres, no dejaba que nadie se me acercara, que nadie me tocara, ni siquiera mamá, cuando me bañaba quería bañarme sola, sin que nadie me viera, mi flujo no era normal al de una niña de seis años, era amarillento y verdoso y olía muy mal, mamá se estaba dando cuenta de todo, un día hablando preguntó:  
- Princesa, ¿alguien te ha tocado?  
Con lágrimas en los ojos le dije que no, claro, tú siendo pequeña también dirías que no si te tuvieran amenazada, ¿no es así?. Aparte teníamos ya suficientes problemas con que papá nos golpeara y no quería causar más, seguí callando. 
 



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En el texto hay: amistad, tristeza dolor, amor lgbt

Editado: 21.06.2020

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