EPÍLOGO

Con el tiempo, pronto nos convertiríamos en muy buenos amigos, y quizás, el amor llegaría a nosotros, pero sin duda, el sentimiento más fuerte siempre sería nuestra amistad. Ambos nos entendíamos, aunque fuéramos tan opuestos entre sí, él un chico muy social y con varios amigos, y yo, con sólo una, bueno, dos ahora con él. Este chico me ayudó a descubrir un nuevo comienzo, un nuevo nacimiento en el cual, despertaría a la realidad y dejaría de estar encerrada a mí misma. Quizás buscaba un cambio de ambiente y lo logré, no sería de la forma esperada con las personas que pensaba, pero de alguna forma este sueño se hizo realidad y de la mejor manera.

Varias cosas aprendí en este camino hacia la sociabilidad. Cualquier persona puede tener amigos, independientemente sea social o no. El punto es saber dónde encontrarla y decidir con quiénes queremos estar, eso definirá cómo será nuestro futuro más adelante. Ser social es muy chévere porque uno aprende a conocer personas y socializar con sus semejantes, además de conocer amigos inesperados, y también, gente no tan buena onda con uno.

Tal vez desde mi infancia no tuve esa conexión de estar rodeada de muchas personas y creo que eso me faltó desde un principio. En la infancia, una persona social desde pequeña anda rodeada de amigos, lo que le da más confianza para estar con la gente. Al contrario de una persona solitaria, tiene medo de acercarse a la gente ya que no se acostumbró tanto a ella.

En este libro, con cada encuesta que hice, pude ver algunas partes de la vida de varias personas, quizás cosas buenas o no tan bonitas, pero que de alguna manera marcaron su personalidad. Ellos mismos son los que decidieron si quedarse o cambiar, y eso es fundamental. Cada persona tiene su libre albedrío, y pase cada circunstancia deben tener la frente en alto y mirar el mundo que los rodea. Existen muchas personas que quieren cambiar su entorno y el mundo, viven personas que piensen en su futuro y lo más importante, hay personas que tengan sueños por cumplir. Sin sueños no hay nada y en este libro se refleja. Si no hubiera tenido ese sueño en mi mente, quizás no se estaría disfrutando de esta lectura. Sé que, si no hubiera tenido ese coraje de enfrentarme cada día y luchar un poco más, quizás no lo hubiera logrado. En estos momentos sigo luchando, ya es final, pero no me rendiré hasta alcanzar, esta y muchas más victorias en el futuro.

Finalmente, sólo me queda decir que sí, los sueños pueden hacerse realidad si luchas cada momento por ellos. Y no preocupes, nunca estarás sola o solo. Siempre habrá alguien que estará ahí para ti y deberás valorarlo, así como lo hará contigo. Sigue tus sueños y sigue a la gente que te acompaña. No te rindas si alguien cree en ti, especialmente si crees en ti mismo.

—Vamos… ¡Ve a descubrir el mundo y sus grandezas! Seguro encontrarás tus sueños, ve y socializa con gente, aprende y cuenta tu historia. Serás ejemplo en el futuro. ¡Arriésgate y lo lograrás!