Capítulo 6. Mi verdadero ser parte III

Katherine

Luego de un suspiro Marolin me miro a los ojos, estaba ansiosa esperando que comenzara con la historia sobre nuestras vidas

—Realmente fui muy cruel en el pasado y por linaje yo soy la reina indiscutible de los vampiros, en nuestros inicios éramos seres casi inmortales, sanguinarios y destructivos, podría decirse que yo era la más cruel de todos, no valoraba la vida humana solo vivía por la sangre, no me importaba la moral ni lo oscura que fuera mi alma, no buscaba redención porque viviría para siempre, pero un día todo comenzó a cambiar, Adernon dejo de temernos cuando la magia se apodero de muchos de sus habitantes y a pesar que muchos Minister seguían siendo comunes y corrientes, ahora contaban con la protección de aquellos que fueron dotados de magia—

Tomo una pausa antes de continuar y cerciorarse de la expresión que tenía en este momento que constaba solo de una mirada atenta.

—Mucho antes de que todo ocurriera Adernon no era muy distinto al mundo donde habitas, todos éramos Minister sin dones que vivíamos en paz con nosotros mismos y la naturaleza— sus ojos se ensombrecieron y guardo silencio por un momento —Hasta que un grupo de personas corrompidas por sus ansias de poder comenzaron a practicar magia negra utilizando un libro antiguo que encontraron en una caverna, eran seres ambiciosos sin respeto por la vida que buscaban vivir eternamente para gobernar sobre todo el reino—

Hizo una pausa esperando que yo asimilara todo lo que me había contado hasta el momento, moví un poco la cabeza instándola a continuar —Yo por mi parte era una chica normal y feliz, con una familia numerosa donde se profesaba siempre el amor, hasta que esos malvados brujos llegaron a mi pueblo, atraparon a todos los aldeanos y comenzaron a practicar en ellos su hechizo de vida eterna, todo se volvió ensayo y error, cientos murieron en el proceso, al final solo quedamos mis familiares y yo, fuimos el último intento de ese hechizo maldito, cuando lo lanzaron nos hizo sufrir múltiples dolores, nuestros huesos comenzaron a romperse y nuestros corazones comenzaron a latir con rapidez hasta detenerse, pero a los pocos segundos abrimos nuestros ojos que se habían vuelto rojos como la sangre, nuestros colmillos crecieron y se volvieron filosos, adquirimos velocidad extrema, fuerza sin precedentes y sobre todo sed de sangre—

—¡Vaya, eso debió ser horrible!— exclame sorprendida por lo que Marolin me contaba —¿Qué paso con esos hechiceros?—

Ella hizo una mueca —Su experimento funciono hasta cierto punto pues nos volvimos seres prácticamente inmortales, pero nuestra sed de sangre se desato en el momento que el sonido de sus corazones bañados en magia negra llego a nuestros oídos, como si fuera automático saltamos sobre ellos, no pudieron reaccionar pues los superábamos en número, no tenían posibilidad contra nosotros, su intento fallido de obtener la vida eterna los había llevado a su muerte—

Asentí comprensiva —Ellos se lo buscaron—

Ella sonrió —Siendo sincera esas muertes no las lamento, pero si las que vienen después, solo éramos leales a nosotros mismos, a nuestra familia o como decidimos llamarlo a nuestro clan, acabamos con los pueblos cercanos y luego nos dimos cuenta que aquellos que no matábamos, morían y a los minutos sus ojos se habrían convirtiéndose en seres como nosotros, enlazándose de manera automática con nuestra familia construyendo una red de empatía y amor filiar bastante fuerte que nunca se rompería—

—¡Guao!— a pesar de todo lo que me contaba no me sentía alterada porque esa era solo su naturaleza, realmente en toda la vida de un vampiro hay muertes hasta que llega el momento de redimirse o al menos eso me enseñaron las películas.

—¿Entendiste bien querida?— me miro expectante

—Perfectamente, realmente lo de las muertes no me sorprende, si fue algo horrible debo aceptarlo, pero a su vez creo que es normal teniendo en cuenta que eran los primeros vampiros y no poseían ningún tipo de guía lo que los volvía depredadores por naturaleza que solo seguían sus instintos, en cuanto al lazo familiar me parece asombroso y me sorprende más que personas que ni siquiera se conocían antes de ese hecho se volvieran tan cercanas—

Ella sonrió —Eres la primera a la que le cuento esto y no se asusta, tus antecesores se aterraban, pero a ti te veo tan tranquila, quizás es por la época y el lugar donde te criaste, tengo entendido que a los jóvenes humanos les encantan las historias de vampiros, más adelante tendremos más tiempo para hablar mi querida, ya nos veremos nuevamente en tus sueños—

—Pero no me has contado cómo te redimiste—

—Esa es una historia para otro día— Chasqueó los dedos haciendo que me hundiera en mis sueños.

Arístides

Alguien me sacudía rápidamente gritando mi nombre y creo que es la voz de mi madre, al volver en mi me doy cuenta que estoy tirado en el piso, recuerdo perfectamente el sueño o visión o lo que fuera que tuve donde vi a esos chicos tan sorprendidos como yo, estoy demasiado asustado pero a la vez feliz porque desde que encontré aquel portal a esa extraña tierra de seres mágicos cuando tenía 8 años he deseado dejar de ser normal.

Es posible que se me cumpliera el deseo de una vez por todas, a pesar de intentar convencerme que todo había un sido un sueño nunca he podido sacar de mi cabeza la imagen de esa joven amable que me cargo y me trajo de vuelta a este mundo dejándome saber que aún no era tiempo de pisar esa tierra y asegurándome que quizás algún día volviéramos a vernos.