Capítulo 18. El poder de las palabras

Shauna 

Solo escuchaba su voz salir rápido al otro lado de la línea estaba dándome demasiada información al mismo tiempo, prestaba atención para no perderme ningún detalle y solo lo interrumpía para que bajara un poco la velocidad o me repitiera lo último que había dicho, Jasper siempre ha tenido ese problema cuando esta sobreexcitado, aunque esta vez no era para menos, yo realmente le he dado muchas vueltas a como decirle a mis padres y hermanos que no soy su sangre.

—Así que lo tomo demasiado bien en comparación a lo que yo esperaba— concluyó. 

—Estoy feliz por ti amor, aunque le contaste la verdad a medias, obviaste la parte de que no eres su hijo y que te irás en menos de tres meses— 

—Shauna entiéndeme, fue demasiado lo que vio ayer en la noche, luego se puso de pie y decidimos irnos a dormir, esta mañana me senté con ella y le expliqué lo mejor que pude lo que soy, aunque sé que omití muchos detalles, pero no estoy listo todavía para decirle todo eso o hablarle de ustedes—

—Tendrás que hacerlo pronto de todas formas, este era el mejor momento o al menos eso pienso—

—En parte tienes razón, pero dejare que las cosas fluyan y que mi madre se adapte a todo esto—

—Si esa es tu decisión la respetare amor, solo recuerda que estoy aquí para ti—

—Gracias vida, hablamos al rato, ayudare a mi padre con algo en el garaje—

—Te quiero—

—Te quiero— 

Luego que Jasper cerrara la llamada, seguí adelantando un poco de la tarea que debía ser entregada el lunes, me puse los audífonos para aislar todo el ruido exterior y coloque algo de música para poder concentrarme mejor, este se podría decir que era mi ritual de estudio. 

Luego de unas cuatro horas, mientras escribía el último ensayo de la clase de literatura, me llego un mensaje de Katherine invitándome a su casa, al parecer quería hacer una noche de películas y como casi terminaba las tareas acepte, aun me quedaba el domingo para terminarlas y ya estaba cansada de tanto escribir. 

Luego de tomar una larga ducha, me puse un jean, unos converse y un top, cuando estuve lista llame a Jasper para confirmar por donde se encontraba ya que quedo en venir a recogerme. 

—Ya estoy dando vuelta en la esquina amor—

—Te espero fuera—

Me despedí de mis padres que estaban viendo una película en la sala y cuando salí por la puerta principal Jasper ya me estaba esperando frente a la casa apoyado de su coche. 

—Hola preciosa—

—Hola amor— Me acerque a él y me tomo por la cintura para besarme, nunca me cansaría de sus besos. 

—Podría besarte toda la noche sin parar—

Me sonroje un poco —Yo igual, pero deben de estar esperándonos—

Me dio un rápido beso que me tomo desprevenida, me soltó y abrió la puerta del coche —Después de ti princesa— 

—Que caballeroso—

—Tú me inspiras a serlo— sonreí y me sonrió de vuelta 

En el camino fuimos hablando de temas triviales y riéndonos de uno que otro chiste malo que Jasper le había robado a Yojan. 

—Realmente hace chistes muy malos— dije

—Quizás sí, pero son tan malos que dan risa— asentí. 

Llegamos a casa de nuestra amiga, el coche de Yojan y el de Arístides ya estaban aparcados frente a la casa, bajamos del auto, tocamos el timbre y la anfitriona nos recibió con una gran sonrisa. 

—Bienvenidos chicos— le di un abrazo y Jasper hizo lo mismo

—Gracias por invitarnos— 

Entramos y mientras ella cerraba la puerta, Jasper y yo aprovechamos para saludar a los demás chicos que ya nos esperaban acomodados en la sala.

Mientras veíamos la película íbamos comentándola, riendo o quejándonos porque el personaje no había hecho lo que nosotros pensábamos que era la decisión correcta, vimos 3 películas de distintas temáticas y repetíamos la acción con cada una de ellas, era realmente divertido poder hacer algo de chicos normales por lo menos una vez después de tanto tiempo, necesitábamos esto. 

—Es extraño tener un fin de semana normal después de todo lo que hemos pasado— Dijo Katherine mientras se acomodaba en los brazos de Yojan que la tenían abrazada por la espalda.

—Dímelo a mí que anoche tuve que pelear con un brujo y quitarle su magia— todos lo miraron asombrados menos yo que ya sabía todos los detalles —¿No les había contado?— le restó importancia

—No lo hiciste, solo nos contaste que tu madre encontró tu libro de hechizos y tuviste que contarle un poco de la verdad, pero no nos dijiste que un brujo intento masacrarte— contesto Arístides. 

—Un brujo que huyo en la última guerra mágica tenia años ocultándose en este mundo y cuando sintió mi aura se dio cuenta de quién era, intento capturarme para reivindicarse con su antiguo general, pero su poder era muy débil al igual que él, le faltaba entrenamiento, pero aun así sabía quiénes somos y podía llevar la información hacia alguien que si fuera peligroso, así que después que lo paralice utilice un hechizo para remover su magia y modifique sus recuerdos para que pensara que uno de los magos de la legión anterior se los quito en la última guerra mágica, sus poderes están en un vial en mi casa—