Mi Vida Sobrenatural Llega La Magia

Capítulo 24. Nuevo comienzo parte II

Jasper

La luz entraba fuerte por los ventanales de mi alcoba espantando el sueño de todo mi ser, al abrir los ojos contemple la que sería mi nueva habitación en mi estancia en la academia Unix, elegante y sofisticada, donde predominaba el negro y el blanco con excepción de los marcos dorados de las ventanas. 

Me puse de pie, vi por el enorme ventanal y la vista me dejo sorprendido, el sol era dos veces más grande que el de la tierra, una enorme ciudad se erigía a una distancia prudente, debía ser Aliseum la capital de Adernon y el primero de los seis distritos, las imponentes montañas marcaban los límites de la ciudad que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. 

—Esto es más hermoso de lo que yo pensaba— luego de apreciar un poco más el paisaje, tomé una rápida ducha y me vestí para bajar a desayunar, en el pasillo me encontré con Teo que estaba hablando con Manuel y Ezequiel, dos legionarios que no había tenido el placer de conocer muy bien todavía. 

—Buenos Días Jasper— Teo se puso de pie y me dio un abrazo, el chico era bastante cariñoso —Estos son Ezequiel y Manuel— 

—Un placer conocerlos chicos—

—El placer es todo mío, he escuchado muchas cosas de ti por parte de mi guardián— Respondió Manuel extendiéndome la mano con una sonrisa la cual correspondí 

—Realmente yo también he escuchado solo cosas buenas de usted—Ezequiel tenía un tono formal y algo tímido

—No me digas usted me hace sentir viejo y literalmente tengo la misma edad que tu— 

—Discúlpame, es que no tiendo a ser muy bueno entablando conversaciones— dijo riendo, al parecer mi comentario cumplió su cometido, hacer que se relajara un poco 

—Tranquilo yo te voy a ayudar con eso— dijo Teo sonriéndole y guiñándole un ojo, el demonio era tan coqueto como simpático

—¿Con que le vas a ayudar? —  ni siquiera me di cuenta en el momento que entro en la estancia, Marco era muy sigiloso, quizás sea parte de su naturaleza lobuna

—A ser un poco más sociable— repitió Teo sonriéndole 

—Me parece bien, según Angus debemos ser los populares en la escuela— dije

—Nunca se me ha dado bien eso de ser popular-—

—¿Por qué lo dices Ezequiel? — pregunto Marco

—Siempre he pensado que los estigmas sociales son demasiado fuertes y marcados, nunca me ha parecido correcto encasillar a las personas, solo quererlas por lo que son me parece más que suficiente—

—Que profundo eres Eze— dijo Louis llegando a la sala común

—No te hagas Louis, me conoces desde que éramos niños y sabes bien que esa es mi forma de pensar—

—Lo sé, lo sé— dijo el aludido levantando las manos y con una sonrisa.

—Pensé que el único que tenía a su mejor amigo aquí era yo, nunca pensé que compartiría esta experiencia con Franco— 

—Ni que lo digas viejo, esto es más loco para ti que para mí—

—Franco, escuche que tus poderes fueron despertados con un frasco de magia embotellada, así como la magia de la hermana de Jasper—

—Así fue—

 —¿Dolió? — 

—No Teo para nada, todo lo contrario, me sentí completo y un vacío que nunca supe que estaba allí se llenó por completo cuando la magia ocupo cada parte de mi ser—

—Al parecer sentiste prácticamente lo mismo que nosotros— le aseguro Marco —Pensé que ser un hombre lobo iba a ser doloroso y no iba a poder controlarme, pero estaba equivocado, soy consciente de cada parte de mi ser, solo que mis sentidos mejoran y me vuelvo un poco más irritable, pero no me vuelvo un animal sin consciencia como pensé que sería—

 —Todos teníamos nociones erradas de lo que era la magia, lo bueno es que ya sabemos la realidad de las cosas— dije

—Queridos Minister, el desayuno está servido en el comedor principal— una voz sonó en toda la estancia.

—Ya era hora, me muero de hambre— 

Bajamos las escaleras y tomamos dirección al salón principal, según nos informó Anastasia el ala de la escuela donde estaban nuestras habitaciones era exclusiva para nosotros, en el pasillo nos encontramos con las chicas y todos entablamos conversaciones.

Ingresamos al gran comedor que de día se veía aún más imponente, tenía múltiples mesas esparcidas como en mi antiguo instituto, pero estas son de madera maciza, presumo que caoba, con unas sillas bastante elegantes con diseños hechos a mano, cada mesa tenía capacidad para doce personas, así que nos sentamos en mesas contiguas, con excepción de Trina que se sentó en una mesa alejada para no entablar contacto alguno con nosotros. 

El desayuno pasó de forma normal, hablamos de cosas triviales y nos permitimos conocernos un poco más entre todos. Luego del desayuno nos dieron charlas sobre las normas de la escuela y los nombres con los que cada especie mágica se refería a su pareja destinada, al presumir por la pronunciación y su forma de escritura eran en latín. 

Luego de varias charlas, la comida y más charlas, pudimos ir a la sala común del dormitorio de los hombres a esperar la cena, reíamos de algo que Philiph acababa de decir y escuche una voz en mi cabeza.




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