Mi Vida Sobrenatural Llega La Magia

Capítulo 29. Decisiones del consejo

Jasper

Dos meses después

Como cada mañana salí a correr con Raisezel, aunque aún seguíamos en Supraterra nuestras criaturas mágicas estaban a salvo en su propia dimensión, la maestra de herbología puede abrir ese espacio utilizando su llave especial en cualquier puerta, era algo bastante útil y que nos llenó de alivio cuando nos enteramos.

El retomar las clases hace tres semanas fue algo que nos ha ayudado a ocupar el tiempo, se nos facilitó un enorme edificio que solía ser gubernamental y que fue remozado para que fuera apropiado para tomar clases, poco a poco las secuelas del ataque a Unix han ido pasando, aunque aún no se ha podido recuperar la capital en su totalidad, hasta donde sé el centro de la ciudad y la escuela son zonas peligrosas, y a pesar de que las afueras están bajo control del consejo mágico no se les ha permitido a las personas retornar a Aliseum por su propia seguridad.

Te noto pensativo Jasper, ¿algo te aqueja?

Su voz en mi cabeza me alejo de mis pensamientos —Han pasado tantas cosas en tan poco tiempo, que mi mente aún sigue procesando algunas de ellas amigo mío— nos sentamos en una banca del parque y me tome el tiempo de pasar mi mano por su suave pelaje, en estos pocos meses ha crecido bastante, tiene que estar casi en los seis metros de alto, su figura se ha vuelto más esbelta y su pelaje ha tomado un color más brillante, verlo tan sano me llena de alegría.

Lo importante es que tienes a muchas personas que te quieren y se preocupan por ti, todo lo demás se soluciona con el tiempo

Le sonreí sincero —¿Cómo es posible que sepas tanto para ser tan joven? —

Recuerda que mi especie madura más rápido que la tuya— dijo mientras me empujaba un poco de forma juguetona —Además es mi deber como tu compañero el ser tu soporte cuando lo necesites— miro hacia el cielo —Por la posición del cielo debe ser casi hora de que comiences clases, vamos— se puso de pie y lo imite.

Llegue a la casa, subí rápidamente las escaleras y para mi suerte había dejado la ropa lista antes de irme a correr, me di una ducha rápida, tome mis cosas y cuando salí de mi habitación choque con Actatarii haciéndola caer.

—Lo siento mucho pequeña, ¿Estas bien? — le extendí mi mano ayudándola a ponerse de pie

—Lo estoy señor— me respondió sonrojada —Y como le he dicho antes que usted sea más alto que yo no me hace pequeña, además soy mayor que usted en años—

Se me salió una carcajada —Sabes que puedes llamarme Jasper, todos te hemos dicho que puedes tratarnos a confianza—

—Lo sé— resoplo como cada vez que algo le preocupa —Pero ustedes son los miembros de la legión, parte esencial de todo Adernon y nuestros protectores—

Antes de responder, la voz de Marco sonó detrás de mí —Pequeña, aquí todos te consideramos nuestra amiga, como a los demás que nos prestan servicios en esta casa, así que hazle caso a Jasper—

—Que ustedes sean exageradamente altos y hermosos no significa que yo sea pequeña— grito

—Así que piensas que somos hermosos—

La elfa se sonrojo fuertemente al darse cuenta de lo que acababa de decir y comenzamos a reír, Marco paso su brazo por encima de sus hombros dándole un abrazo provocando que se sonrojara aún más y me hiciera reír.

—¡¿Ustedes dos no van tarde para clase?!— se soltó del abrazo y nos miró severa al ver el reloj —chu chu chu— comenzó a mover las manos para hacer que nos fuéramos, nos reímos por última vez y salimos de la casa, por lo visto éramos los últimos en irse.

—Me divierte hacerla sonrojar, es tan adorable— asentí y le sonreí

Por suerte estábamos relativamente cerca del edificio donde recibíamos docencia actualmente, llegamos justo a tiempo para el inicio de clases, las primeras horas pasaron de forma rápida, estábamos a ley de mes y medio para terminar este ciclo educativo, lo cual me ponía en un estado mental un poco pesado, siento que desde que me mude a Adernon todo va tan rápido y me resulta abrumante.

Salí del salón lo más rápido que pude pues necesitaba un poco de aire, llegue al ala este, por la distancia que estaba de los salones nadie la visitaba, al salir termine en el pequeño jardín con un enorme sauce en el centro, lleno de flores y mariposas, me senté en uno de los bancos apartados y suspire fuerte.

—A veces ser el líder no es tan lindo como la gente piensa— dije en voz alta, porque quizás necesitaba escucharlo

—Eso lo sabemos, pero nunca lo demuestras—

—¡Diablos! — la voz de Teo me hizo dar un brinco en mi asiento, dejando ver lo hundido que estaba en mis pensamientos —Casi me matas del susto—

Paso su brazo por mi hombro —Disculpa, tiendo a ser muy sigiloso, pero ese no es el tema, nunca te había visto tan ido y tengo casi un año compartiendo contigo diariamente, saliste del salón literalmente corriendo—

Coloqué ambas manos en mi rostro y volví a suspirar —Cada día que pasa la oscuridad se fortalece y nosotros no podemos hacer nada, a pesar de sentirnos listos aún no hemos estado frente a una situación que nos llevé a explorar nuestro poder al máximo, y no estamos completamente acoplados—




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