Jasper
El castillo temblaba de manera incontrolable, los gritos se escuchaban tanto dentro como fuera del lugar pues la barrera principal había caído, activé mis poderes y pude estabilizar la sala para que el movimiento no se sintiera, los ancianos me miraron con sorpresa al ver la potencia de mi magia, no le di importancia y al acercarme a la ventana visualice a lo lejos varias sombras que intentaban destruir la barrera de emergencia para que unos extraños seres como piel pálida, grandes colmillos y cuatro brazos entraran a la ciudad.
—Legionarios— todos se pusieron cerca y en atención —Debemos defender Cantararea, proteger a los regentes y a los concejales, dejando una vía de escape al portal para los civiles, Yojan, necesito que transmitas los planes y activen el portal de escape, todo el que tenga los medios de transportarse por su cuenta a un lugar seguro debe hacerlo—
—Enseguida Jasper— su magia se activó de inmediato —Mentalitis completitec— respiró profundo y dio mis instrucciones a todas las personas que se encontraban en la ciudad.
Deje de sentir la presión del temblor en mi magia, pero vi rayos aun más fuertes en el ataque de la barrera secundaria —Están dirigiendo todas las fuerzas para destruir el campo de fuerza, debemos salir lo antes posible—
—Entendido Jasper—
—Líder de la legión, no puedo dejar mi pueblo a su suerte y simplemente marcharme de aquí—
—Regente, entiendo su posición y se que posee usted una fuerza mágica increíble, sin embargo, es necesario que esté a salvo para reconstruir en caso que sea necesario— pude ver en su mirada que estaba sopesando todas las opciones en su cabeza, al escuchar cómo se abrían los portales le di una mirada directa que no daba apertura a negativas, ella me miró resignada pero asintió.
—Jasper, ofrezco Zelfica como refugio para el pueblo de Cantararea, los concejales y los demás regentes pueden venir con nosotros y desde ahí volver a sus naciones—
—De acuerdo Reina Luxitte—
—Muchas gracias por su buena voluntad— dijeron todos los regentes al unísono, ella asintió y con un movimiento de su mano un portal naranja apareció en el centro de la habitación.
—Adelante por favor— todos los regentes cruzaron, seguidos de los concejales, los más ancianos se veían precavidos, pero no tuvieron de otra más que cruzar.
—Anastasia, se lo que estás pensando y debes ir con ellos— Amunckra miro directo a la concejal principal que lo veía con sorpresa —No puedo decirle que debe hacer al rey de los elfos, porque seguro ya coordinó con su reina que solo espera por ti para cruzar el portal, eres la regente del consejo, los legionarios estamos aquí para defender este pueblo y es nuestro trabajo encargarnos de las fuerzas de la oscuridad—
—Odio admitir que tienes razón, pero tengo un mal presentimiento, deben cuidarse los unos a los otros— nos miró por última vez, siguió a la reina de Zelfica y el portal se cerró justo en el momento que la barrera se derrumbaba y un rayo gigantesco acabará con las paredes del palacio, el pánico se apoderó de nosotros al darnos cuenta que la evacuación de la ciudad aún no terminaba, salimos corriendo por la pared destruida e inmediatamente comenzó la lucha con los distintas clases de seres oscuros que lanzaban múltiples ataques de manera indiscriminada destruyendo y matando todo a su paso.
—Tenemos que ayudarlos— mi voz salió con fuerza y molestia, mientras que con un aplauso cree una onda expansiva que desintegró varios enemigos
—Debemos analizar bien el terreno antes de atacar— mire a Amunckra con algo de duda —Estoy de acuerdo contigo, es necesario que ayudemos, pero al mismo tiempo debemos crear un plan y no solo atacar llevándonos de las emociones—
Por primera vez desde que tengo magia, me sentí pequeño y viendo a los ojos del faraón, me di cuenta que el si tenía la experiencia de batallas y guerras que a mi me faltaba para sacarnos a todos vivos de aquí —Tienes razón—
Puso su mano en mi hombro —Quita esa cara, no fue un regaño— le di una sonrisa a labio cerrado que él correspondió.
Se tomó la decisión de ayudar a los civiles, pues todo lo material se podría recuperar relativamente fácil, utilizando nuestras habilidades y con ayuda del rey elfo conseguimos llevar una gran cantidad de personas a los portales, mientras acabamos con múltiples monstruos.
—Creo que ese era el último civil— grito Marco, al mismo tiempo que desgarraba un monstruo.
—Pero esas criaturas no dejan de atacarnos, no parecen ni siquiera tener voluntad propia, es como si solo sirvieran para atacar— mencionó Teo, mientras cortaba la cabeza de otro oponente con su guadaña.
—Es porque son solo eso— respondió el faraón, todos lo miramos esperando una explicación y el suspiro —Son criaturas creadas mediante necromancia, formados de miembros de múltiples criaturas oscuras muertas en combate a través de los siglos de guerras con el mago oscuro— lanzó un rayo de luz que creó un agujero en su contrincante.
Luego de sus palabras seguimos enfrentándonos a las criaturas, que no hacen más que multiplicarse, pero no les dimos tregua tampoco, mientras llegaban las aniquilamos, hasta que su número comenzó a reducirse, pero de buenas a primeras se paralizaron dejándonos sorprendidos, pero luego una energía oscura intento empujarnos al suelo tomándonos por los hombros, sin embargo, no nos dejamos doblegar.