Capítulo 35. Cuando el dolor nos une

Amunckra

La guerra, en mi opinion, siempre sera sinonimo de pérdida, en especial en las personas mas jóvenes o los más ancianos, Cantararea fue solo el escenario y el momento justo para recibir un ataque directo por parte del mago oscuro, que aprovechó nuestra distracción y el cansancio de algunos, para lanzar un ataque que cegó la vida de varios legionarios que dejaron el mundo que conocían atrás para proteger una tierra a la que le dieron su amor desde que la pisaron por primera vez.

—Así que tampoco puedes dormir—

La melodiosa voz de Actatarii me sacó de mis pensamientos —Es imposible sacarme sus rostros de la mente, jovenes llenos de tanto poder y ganas de vivir— puse mi rostro entre mis manos al sentir las lágrimas bajar por mis mejillas

Sentí sus brazos rodearme y le devolví el abrazo, por primera vez en tres días pude soltar todas las lágrimas e impotencia que llevaba dentro —Déjalo salir, has sido el pilar de todos durante estos días, mereces tener tu tiempo para sentir la pérdida, también eran tus compañeros y amigos—

Sus palabras, aunque reconfortantes, me hacían soltar las lágrimas con más fuerza y no pude evitar aferrarme más a ella, su cercanía me transmite paz y me mantiene con los pies en la tierra —Eres demasiado buena conmigo— dije una vez que termine de sollozar y ella soltó una risa ligera.

—Te lo has ganado—

Sonreí quedito —Ya estoy listo— me aleje de ella y asintió, pero antes de que saliéramos, tome su mano tomándola por sorpresa y la mire directo a los ojos —Esto se siente correcto— sus mejillas se sonrojaron levemente y asintió.

Mientras bajábamos las escaleras, varios de los chicos se fueron uniendo a nosotros, nos mantuvimos en silencio hasta llegar a un amplio jardín del castillo de los reyes de Zelfica, rosas de color negro y blanco formaban un camino de aproximadamente 20 pasos, que llevaba a un domo de cristal donde se encontraban los ataudes de los caidos en batalla y al verlos senti como mi corazon se apretaba de la impotencia.

Había más de 100 asistentes, todos guardando silencio como muestras de respeto, llegamos a nuestro espacio, Jasper se levantó de su silla, con ojeras oscuras y pesar en su mirada, solté a la chica a mi lado para abrazarlo con fuerza y sentí sus lágrimas silenciosas empapar mi camisa, algo que ha sido recurrente en estos días, pues la culpa se lo esta comiendo vivo y no estoy dispuesto a dejarlo hundirse en un pozo de energías negativas.

—Buenos días— la voz de Anastacia rompió el silencio del espacio —favor ocupen sus asientos— todos la escuchamos —Estamos reunidos aquí para darles el último adiós a estos valientes jóvenes que dieron su vida para salvar a millones de uno de los ataques más desastrosos jamás registrados en la historia de Adernon—

Varias lágrimas rodaron por el rostro de la gran concejal —Estos legionarios siempre serán recordados por lo que son, héroes que portaban poder y nombres importantes— Su voz se rompió.

Kirune tomó su lugar —A ti te despedimos Mauricio Jaquez, vampiro de la legión— todos lo repetimos y escuche a Ezequiel respirar con fuerza, pero manteniendo la compostura

—A ti te despedimos Louis Sproud, cambiaformas de la legión— sentí una lágrima bajar por mi mejilla

—A ti te despedimos Manuela Vicente, cambiaformas de la legión— escuche algunas personas retener la respiración, pues ya no hay representación de esa facción entre nosotros.

—A ti te despedimos Manuel Esquivel, elfo de la legión— sentí la mano de Actatarii apretar la mía y escuche a Elois sollozando tras de mí.

—A ti te despedimos Jacinta Flores, psíquica de la legión— Katherine respiro con pesar mientras las lágrimas bajaban por su rostro

—A ti te despedimos Antonio Peters, psíquico de la legión— La pobre Amira se quedó sola, los psíquicos siempre fueron muy unidos entre ellos, pues sus habilidades pueden ser difíciles de entender para los demás.

—A ti te despedimos Jazmin Benedict, ninfa de la legión— Shauna bajo la cabeza pero podía ver sus las lágrimas caer al suelo

—A ti te despedimos Luciana Melendez, ninfa de la legión— Mariana comenzó a llorar con fuerza al escuchar el nombre de sus hermanas

—A ti te despedimos Meredith Collins, hechicera de la legión— Jasper ahogó un sollozo, pero sus lágrimas de todas formas se escaparon

Kirune dio unos pasos hacia atrás y Agathor tomó la palabra —Hoy nos despedimos de estos nueve legionarios que nos fueron arrebatados por el mago de la oscuridad, un golpe que si bien nos duele y da directo al corazón de cada nación de este mundo que llamamos hogar, a ustedes los despedimos eternos legionarios— todos bajamos la cabeza, mientras los cuerpos fueron subidos en barcas y levantamos la mirada con el rugido del trombón, las barcas se movían con la corriente y el concejal observó a Jasper, que se puso de pie y por primera vez en estos días mostró un semblante fuerte.

Subió al podium y miro hacia al frente —El dia de hoy nos despedimos de unos grandes compañeros, les deseo un buen viaje a la vida después de la muerte, fue un honor para mi haberlos dirigido— suspiro y una lagrima bajo por su mejilla —Infernus templete— las llamas salieron volando con fuerza de sus manos, impactando con las 9 barcas que iban río abajo, mientras de creaba un enorme un arco de fuego que subía hacia los cielos.