Mi Vida Sobrenatural Llega La Magia

Capítulo 36. Hay que seguir adelante 

Jasper

Los rayos del sol se colaban por la ventana de mi cuarto dándome directo en el rostro, su calor como un recordatorio de que a pesar de mi dolor, la vida sigue y los días siguen avanzando. La pérdida de mis compañeros y amigos hace ya casi tres meses me dio mas duro de lo que yo imaginaba, fue ese golpe de realidad de saber que a pesar de ser uno de los hechiceros más fuertes de todo el planeta no puedo salvarlos a todos, cada mañana desde esa fatídica tarde vivo en piloto automático, me levanto, me ducho, me pongo cualquier vestimenta, voy a mis clases y puedo sentir las miradas sobre mi, ya todos saben quienes somos y lo que perdimos frente al Castitimes, que desde ese dia no ha dado señales, ni ha intentado ningún otro tipo de ataque.

—Hola Jasper—

Alce la mirada del libro que estaba utilizando como escudo para que nadie se acercara y mis ojos se encontraron con los de Trina —Hola— respondí con pocas ganas

—¿Puedo sentarme?— preguntó algo tímida, tomando por sorpresa.

—Claro— me moví un poco para hacerle espacio en el banco —¿Qué necesitas?—

Ella se sentó mirando al frente, estuvimos un rato en silencio, ambos con la mirada baja, ella soltó un suspiro y sus ojos se encontraron con los míos, algo se sentía diferente en ella, pero no podía identificar específicamente el que, lo que sí sabía es que su energía se sentía tranquila, casi pacífica, algo que no era común en la chica de ideales duros y palabras hirientes.

—No se realmente por dónde empezar— con su mano movió su cabello tras su oreja —Se que no he sido la persona más amable y mucho menos he sido de ayuda en las batallas o momentos difíciles como debi serlo, aunque eso no es algo nuevo para ti— sonrió, ese tipo de sonrisa contagiosa y sincera, sin su típico sarcasmo o malas energías, que irónicamente me hizo sonreír por primera vez en todo este tiempo.

—Tienes razón— respondí, ella soltó una carcajada

—No puedo negarlo, pero mucho ha pasado en estos meses y quería disculparme contigo por haber sido un dolor de cabeza en vez de ser parte de la solución—

Mis ojos se abrieron con sorpresa y me costó responder —¿Por qué te disculpas? esto no es muy típico de ti.

Movió la cabeza a un lado de forma curiosa —Solo me nace del corazón hacerlo, te deje a ti justo para el final, a los primeros que me acerque fue a Philiph y Aristides, pues fue a los que más ataque por el simple hecho de amarse y yo deje que lo que aprendí en mi juventud definiera mi nueva vida, simplemente me aleje de los demás y cree una coraza de las “enseñanzas” que recibí de una persona déspota y destructiva que se hacía llamar mi familia—

—¿Qué te hizo tomar esa decisión?—

—El estar al borde de la muerte te da mucho que pensar— sus palabras me tensaron, pero deje que continuara —Lo que quiero decir, es que nada de lo que pasó fue tu culpa Jasper, eres un gran lider, has protegido y salvado a millones de personas, todos te siguen y te quieren por la persona que eres, yo soy el ejemplo perfecto de que en ocasiones no con todo el mundo se puede trabajar, sin embargo, siempre me diste mi lugar y me permitiste ir a mi propio paso—

Las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas sin que pudiera detenerlas —¿Quién te pidió que me dijeras esto?— le refuté.

Ella movió la cabeza de manera negativa —Nadie lo ha hecho, pero veo a los chicos constantemente preocupados por ti, en especial a Shauna, esa chica te ama perdidamente y solo has sabido alejarla cuando más la necesitas—

Sus palabras, aunque dulces, me cayeron como un balde de agua fría, por mi cabeza pasaron los múltiples momentos en que me alejaba de ella, cuando no le respondía, cuando huía, pero aun así, ella se ha mantenido a mi lado y ha respetado mi espacio.

—No te pido que dejes de sufrir pero nuestros compañeros, sería cruel de mi parte hacerlo, cuando hasta yo siento su pérdida a pesar de no haber sido cercana a ellos— tomo mi mano sorprendiéndome aún más —No estás solo— me atrajo hacia ella, durante estas semanas he llorado tantas veces que no puedo ni contarlas, pero en esta ocasión, sentí un peso quitarse de mi pecho y respire profundo, como si tuviera años sin poder hacerlo.

Perdí la cuenta de cuánto tiempo estuvimos abrazados —Gracias— le susurre mientras la soltaba.

—Ha sido todo un placer para mi poder ayudarte— se puso de pie y me dio una sonrisa honesta

—Trina— la llame cuando ya estaba a unos pasos de distancia —te perdono, eres mejor ser humano de lo que tu misma crees— su rostro se llenó de sorpresa, sus ojos se aguaron y dio un asentimiento positivo con una sonrisa ligera, se dio la vuelta y siguió caminando, me quedé solo, sentado en el mismo lugar y analizando de manera objetiva todo lo que ocurrió, dándome cuenta que deje que el rencor y la tristeza llenarán mi corazón, arrastrándome a un vacío sin regreso, pero del lugar que menos esperaba me surgió un atisbo de paz y con seguridad, me di cuenta que todo iría bien de ahora en adelante. Luego de un rato me puse de pie y tomé dirección a la casa que estábamos ocupando en Zelfica.

Shauna

—No hemos encontrado ni rastro del brujo oscuro, si hemos podido localizar soldados o lugartenientes, pero ni siquiera ellos saben dónde está su líder— la frustración era notable en la voz de Marco, el hombre lobo ha estado en el frente de la mayoría de expediciones e incursiones que se han llevado a cabo buscando a ese asesino.




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