Mi Villano Perfecto

Primera Impresión

Nota: Queridos lectores,

Con mucha emoción, les presento mi primer libro. He puesto todo mi esfuerzo en él y espero que lo disfruten. Sé que hay detalles por mejorar, así que agradeceré sus comentarios constructivos para seguir creciendo como escritora.
Cuídense mucho y espero que esta historia les toque el corazón.
Con cariño,
[Liza Gámez ]

"Para todas las chicas atrapadas en el hechizo de su villano, porque aunque sea el antagonista, es el protagonista de nuestras historias más seductoras."

Aún recuerdo la primera vez que lo vi. Era un día cualquiera, pero para mí, ese momento quedó grabado en mi memoria como si fuera ayer. Sabía que, a pesar de todo, su presencia cambiaría mi vida de maneras que nunca imaginé.

***

Era una tarde soleada cuando entré a mi casa con mi amiga Leyanis. Tenía 14 años y me encontraba en esa etapa confusa entre la niñez y la adolescencia. Mi reflejo en el espejo mostraba a una chica morena de estatura media, con rizos rebeldes que caían sobre mi frente y unos ojos cafés que parecían ocultar mil sueños. Mi madre siempre decía que tenía una belleza especial, pero yo solo veía a alguien común.

Al cruzar el umbral del salón, Leyanis se detuvo de repente, su mirada fija en un rincón. Allí estaba él: un chico con cabello oscuro y desordenado, sumido en su teléfono, que parecía completamente ajeno al bullicio a su alrededor.

-Mira, ahí está -dijo Leyanis con una sonrisa traviesa -¿Te atreves a hablarle?

Un escalofrío recorrió mi espalda.

-¿Yo?¿Hablarle al famoso hijo de Boris Milligan, conocido por su actitud rebelde y su físico atractivo?

-la idea me parecía aterradora.
Sin embargo, Leyanis me empujó suavemente hacia él.

-¡Hola! -dije, tratando de sonar despreocupada mientras le ofrecía un caramelo de platanito -¿Quieres uno?

Él levantó la mirada por un instante, sus ojos oscuros se encontraron con los míos. Una chispa de sorpresa brilló en su expresión, pero rápidamente se desvaneció.

-Esos caramelos no me gustan -respondió con desdén, sin apartar la vista de su pantalla.

Mi rostro se encendió de vergüenza y frustración. Era como si hubiera lanzado una línea al mar y él simplemente lo hubiera ignorado. Me di la vuelta, sintiendo que el suelo se abría bajo mis pies. No sabía que ese encuentro fugaz marcaría el inicio de una historia llena de giros inesperados.

***

A partir de aquel día, su imagen se convirtió en una sombra persistente en mis pensamientos. No lo veía como el famoso chico que todos admiraban; solo veía a un joven solitario atrapado en su propia burbuja. Sin embargo, algo en su actitud desafiante me intrigaba. Con cada paso que daba hacia la salida, una pequeña voz en mi interior me decía que había mucho más en él de lo que aparentaba.

***

En los próximos días solo nos limitamos a lanzarnos miradas mientras él trabaja en mi casa, claramente las mías eran fulminantes a simple vista; aunq por dentro me encontraba llena de emociones muy confusas, curiosidad o atracción hacia los secretos de ese chico del que todas hablaban.

Mientras él solo me respondía algunas miradas y otras veces en que lo pillé obcervándome mientras estaba distraída.

-No aguanto más. Necesito hablarle, conocerle, saber qué piensa mientras me mira de esa forma -le dije a leyanis un día en modo de chismes mientras tocaba el barandal de una vieja escalera donde nos sentábamos muy a menudo a chismear cosas de chicas -lo q no sé es cómo acercarme...

-Yo me encargo, mana; tengo contactos -me cortó con voz intrigante -Así que vamos andando.
-¿A dónde vamos ? -pregunté asustada sabiendo q esa mirada de niña buena era porque tenía una idea muy imprudente en camino, la que seguro me soltaria de sorpresa después; como una bomba.

De un solo salto se puso de pie y me sostuvo por un brazo para tirar de mi en una dirección que yo no lograba reconocer.

-Vamos a casa de la señorita Watson, ya basta de escucharte hablar del chico y no hacer nada -dijo con desdén para luego agregarle esa chispa de misterio q solo ella sabía darle a sus malas ideas.

-¿Enserio?¿Y esa quien es ahora? -estaba emocionada pero tenía q disimular-Ese es un nombre de un personaje literario , no creo Q mucha gente se apellide de esa forma.

-Es verdad , su nombre es .... -bromeó -Lenia Sandoval.

-Pero si es una niña -dije un poco confundida -Se supone q investigará? O que es lo q va a hacer ella?

-Sólo averiguar algunas cosas del hijo de Boris Milligan -contó con un sierto tono juguetón -Y de paso...

-¿De paso, qué ?-la interrumpí enseguida.

-De paso conseguirte una cita con él ? -puso los ojos en blanco como si fuera algo obvio, lo que diría.

-¿Estás loca? Me avergüenza hablar con él. Después de todo sólo me ignoró desde un principio -le comenté mientras miraba el suelo empedrado del camino a la casa Sandoval.

-Sólo cállate, Bella, y déjanos a nosotras hacer lo nuestro -dijo con cierto aire de autoridad mientras se apresuraba a tocar la puerta de la familia Sandoval .

Toda la familia Sandoval estaba presente, incluyendo mi hermana mayor; Blanka Gartner. Ella se había echo miembro de la familia hace sólo unas semanas al relacionarse con el hijo mayor, Miguel Sandoval. Nunca he soportado a Miguel, pero esa no es mi historia.

Me limité a saludar a todos desde la puerta y luego llamé a la señorita lenia para contarle todo lo sucedido. Como cualquier romántica adolecente aceptó enseguida ayudarnos. Así q en breve nos pusimos manos a la obra para llamar la atención de aquel chico de pelo enmarañado q siempre estaba distraído.




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