Durante toda la noche no pude dormir. Me fui del apartamento de los chicos a las 11:30PM y Su Jin no había llegado, espere por un mensaje suyo pero nunca llego. Faltaban 10 minutos para que la alarma de mi celular sonara indicándome que era hora de empezar mi día.
Con un humor de perros la apague para después dirigirme a la ducha y darme un baño frío, intentando que la rabia que se guardaba en mi pecho se calmara. Al igual que todas las mañanas me seque el cabello y me maquille un poco más de lo normal para poder ocultar mis ojeras; pensado pícaramente tome un vestido rojo tubo con escote en V con pequeñas mangas a los lados de mis hombros y unos tacones altos negros. Deje mi cabello suelto y pinte mis labios de rojo, antes de salir y tomar mi bolso me vi en el espejo de cuerpo entero y sonreí maliciosa; perfecto.
Al llegar a la empresa y salir del asesor fui totalmente consiente de como todos me miraban. Necesitaba un poquito de fuerza a mi auto-estima y esto me estaba ayudando. Al entrar a mi oficina cerré la puerta y lance mi cartera hacia el escritorio para dejarme caer en el sillón, segundos después Sun Hee entro silbando animadamente.
-¿alguna razón especial para causarles una arritmia a todos aquí?- sonreí al igual que una víbora-
Suficiente sería que quiero hacer sufrir a mi novio desaparecido- respondí irritada
-Pues es una de las razones más lógicas que puede haber- me guiño el ojo antes de dejarse caer en la silla frente a mí.
-te ves mejor hoy ¿estás bien?- pregunte mientras apoyaba mis codos sobre la mesa y mi rostro en mis manos. Sun Hee asintió – lo pensé y estoy dispuesta a aceptar mi destino, en parte también tuve culpa; además yo también tengo veneno que derramar- ambas sonreímos como brujas a punto de hacer magia negra.
-bueno pues vamos a que le claves los colmillos a ese chico y lo hagas rogar por tu perdón-
Mientras caminábamos hacia la sala de reuniones Sun Hee me iba poniendo al tanto del Bruch que tendría mañana la empresa celebrando su aniversario. Sería algo pequeño pero habría algunos periodistas invitados por lo cual si Su Jin y yo seguíamos en nuestro pequeño drama deberíamos tener cuidado. Su Hee entro primero y yo la seguí, sentí como él clavo sus ojos en mí y recorrió mi cuerpo lentamente. Los vellos de mi cuello se erizaron haciéndome dar un pequeño respingo. Satisfacción eso sentía.
Intencionalmente me senté frente a él, me recosté relajadamente apoyando mi brazo derecho sobre el brazo del sillón y me lleve mi dedo índice al arco de cupido en mi boca. Lo mire fríamente y alce mi ceja derecha, el rostro de Su Jin era una canción de suspenso.
Él sabía que mi temperamento estaba al nivel máximo de ebullición. Mi abuelo se aclaró la garganta e inmediatamente todos nos concentramos en las felicitaciones y regaños que tenía para darle a cada departamento.
Después de casi una hora, y de haber dejado hecho papilla a los de relaciones públicas por publicar equivocadamente las fechas de conciertos pudimos ser libres. Gracias a Dios mi abuelo tuvo palabras de felicitaciones para nosotros, porque si hubiera sido diferente no creo haber podido controlar mi lengua.
Fui la segunda en salir después de mi abuelo. Seguida de Sun Hee caminamos hacia los camerinos para verificar que el vestuario de la próxima presentación de C.E.N.T.S sea el correcto.
-tengo que hablar contigo- Sun Hee emitió un ligero gemido de susto tras de mí, al darme la vuelta vi como Eun Yeong estaba parado frente a ella y sostenía firmemente su muñeca. Sun Hee me miro algo asustada.
- Celina podrías cubrirme un momento- pidió temblorosa.
-a mí también Cel, por favor- el tono de voz que uso conmigo Eun Yeong fue mucho más amable y dulce que el que previamente uso para dirigirse a la pequeña mujer nerviosa que tenía frente a él.
-ok- en un abrir y cerrar de ojos Eun Yeong arrastro a Sun Hee hacia uno de los cuartos de limpieza de pasillo, en momentos como estos daba gracias a Dios de que no hubieran cámaras de seguridad en los pasillos y que la limpieza se realizara en horas programadas.
Al entrar al camerino, todos los vestuarios estaban colgados en armarios corredizos. Ya varias chicas del staff estaban verificando tallas, colores y revisando que las especificaciones pedidas se hayan realizado.
Mientras revisaba la ropa de Ji Hu, sentí la presencia de un cuerpo detrás de mí. A mi nariz llego el perfume de Su Jin.
-si no vienes a decirme donde estuviste anoche y por qué desapareciste, no creo que haya nada que yo quiera escuchar de ti- sin darle tiempo a decir nada tome el carrito de ropa y lo lleve hacia Su Hee que acababa de entrar a la sala con la cara toda roja. Mire de lejos hacia donde había dejado a un frío Su Jin. Me miraba con incertidumbre y algo de tristeza, mi corazón dolió y mis piernas querían dar vuelta y correr hacia él. Pero me obligue a ser fuerte.
A medida que fue pasando el día mi ira se fue convirtiendo en dolor y estrés, después de revisar el vestuario no volví a ver a Su Jin. Sun Hee y yo tuvimos que ayudar a su hermana con la coordinación del evento de mañana y eso nos tomó todo el día y ahora aquí estaba sentada en mi auto, mirando la pantalla de mi celular con el nombre de chico que me estaba volviendo Loca. No, no lo llamaría el debería disculparse; enojada de nuevo lance mi celular hacia el asiento de copiloto y me dirigí a casa.