-¿Quién llego?- los ojos de Su Jin brillaban de dolor.
- Mi hermano, él se sintió incomodo todo el día de la graduación, por eso decidió ir a la fiesta y mantener un perfil bajo, pero cuando vio que Mili estaba sola se desesperó, le preguntó dónde estaba pero nadie lo sabía.
-¿Co…como te encontraron?- no sabía si la voz de Su Jin temblaba de ira o si un sollozo estaba rasgado su garganta.
-Cuando ambos salieron a buscarme vieron como Leila se acercaba con una linterna desde el bosque, Mili nunca confió en ella, no sé cómo pasó exactamente pero Mili cacheteo a Leila y le arrebato la linterna, después siguieron el camino de donde venía ella.
Como hubiera querido ver el momento exacto en el que Milisent le estampaba su mano en la presumida y cruel cara de Leila Pierce.
-¿Qué sucedió después?
-Desperté en el hospital, toda mi familia estaba allí, mi padre estaba furioso y no veía la hora de verme despertar y que este recuperada para meter a la cárcel a Dylan.
-¿Lo hicieron?- negué con la cabeza - ¿Por qué?
-Porque para hacerlo necesitaban pruebas de que hubo violación, y yo no soportaba que nadie me tocara, inclusive inconsciente en la ambulancia me daban ataques de pánico donde no podía respirar y me volvía loca, mi ritmo cardiaco bajaba cada vez que lo intentaban, mis padres no quisieron obligarme así que solo lo denunciaron por agresión tomando el testimonio de mi hermano y Mili.
Aún recuerdo a los policías interrogándome y tomando fotos de mis golpes. Aun en ese momento no soportaba que se me acercaran. Odiaba la forma en que me miraban todos. Pena, tristeza.
-Pero su padre logro fijar una fianza, salió libre y sin escandalo; no sé cuántos miles tuvo que pagar para que los medios no sacaran la historia.
-¿Allí fue cuando decidiste venir aquí?
- No inmediatamente, durante cinco meses pase encerrada en mi cuarto, no dormía, no comía, no hablaba, estaba destrozando a mis padres, hasta que mi hermano y mili me hicieron ver que mientras Dylan disfrutaba de las playas del Caribe con Leila yo estancaba mi vida en una ventana.
El recuerdo de todas las veces que pase sentada junto a la ventana de mi habitación, mirando como salía y se ocultaba el sol me hacían sentir un gran arrepentimiento. Su Jin seguía en silencio mirándome aun queriendo saber todo.
-Fui a terapia por 3 meses y allí decidí ir donde mi abuelo, conocí el bar- sonreí ligeramente – agradezco tanto el haber llegado allí. El lugar, las personas todo en si me fue de ayuda para estar bien. Mire el rostro destrozado del hermoso chico de ojos turbulentos frente a mí y lo acaricie ligeramente con las yemas de mis dedos.
-Después decidí volver a Barcelona pero ya no me sentía segura allí, Mili ya no estaba en Barcelona tampoco y mi hermano al igual que mi padre estaban muy ocupados, extrañaba a mí a abuelo así que aproveche la propuesta de mi abuelo para volver permanentemente. Su Jin Tomo mi mano de su rostro y beso mis dedos.
-¿no te di miedo la primera vez que te toque?-pregunto inseguro. Si tan solo supiera que sentí todo menos miedo.
-¿Cuánto tomaste mi mano y no querías dejarla ir?- negó ligeramente.
-Cuando te asuste en tu salida del baño- mordí mi labio inferior.
-Con todas las demás personas necesito tiempo para dejar que se acerquen a mí de manera más afectuosa- mire hacia el suelo sintiendo como me sonrojaba – pero contigo no, nunca sentí inseguridad ni miedo; contigo solo siento que mi piel arde cada vez que me tocas.
-¿Qué me dices de Ji Hu?
-¿Ji Hu?
-Desde el primer momento en que te vio fue muy confianzudo contigo, además dejaste que todos te abrazáramos el día de nuestra salida a Busan.
-¿Celoso?
-No, de mis hermanos nunca, solo no quisiera que te sientas incomoda por algo que hagan, ellos no saben nada de esto- mi corazón se comprimió en mi pecho. A veces no sé qué hice para merecer a un chico como él.
-Ji Hu me recuerda a mi hermano, no se me hizo difícil crear un lazo y los demás. Recordé a todos los miembros y cada una de sus personalidades tan diferentes.
-Todos los chicos desde el principio fueron muy respetuosos, y con la convivencia día a día mi confianza en ellos se hizo firme, por eso no me afecto las muestras de cariño que ellos ahora me dan- Su Jin se quedó mirando fijamente el suelo pensativo.
-has de pensar que soy una niña loca traumatizada- susurre divertidamente.
-claro que no- Su Jin beso mi frente -pienso que eres una mujer maravillosa y extremadamente fuerte; pienso que soy afortunado de tenerte.
Llena de alegría me abalance sobre él y lo bese. Su Jin correspondió a mi beso con el mismo fervor. Mordí su labio y un pequeño gemido salió de su boca.
-Lina, espera- suavemente sus manos me alejaron - no quiero que te sientas obligada a hacer nada.
El saber que el hombre que tenía frente a mí era capaz de entenderme, me llenaba de una seguridad que hace mucho tiempo no sentía con nadie. Con mi dedo índice ligeramente acaricie el arco de cupido de sus labios. Recorrí todo el borde de sus labios hasta llegar a su barbilla y luego enmarcar los huesos de su mandíbula.