Mire hacia todos lados. Dios ¿acaso estaba tan loca que ya escuchaba su nombre? lleve mis dedos a mi frente para medir mi temperatura, tal vez tenía fiebre y estaba alucinando o quizás fueron ideas mías -Su Jin espera.
El ruego se escuchó más fuerte. Más cerca, volví a mirar a todas partes igual que un loro, cuando vi como una puerta se abría dos casas más allá de donde yo me encontraba. Mi corazón empezó a correr como loco cuando vi salir a Su Jin. Estaba tan guapo vestido todo de negro. Jeans negros, camiseta negra, cárdigan negro, botas negras y un aro en su oreja derecha. Una sonrisa automática se dibujó en mi cara y mis pies empezaron a moverse automáticamente.
Su Jin se colocó una gorra y antes de que cubra su rostro con un cubre bocas una chica de cabello largo salió por la misma puerta y se abalanzo al cuello de Su Jin para estamparle un beso en la boca.
Mis pies se congelaron y mi estómago cayó al piso. Mi sangre empezó a arder. Mis mejillas se calentaron y la ira empezó a correr por todo mi cuerpo.
-Kim Su Jin- mi voz salió tan relajada, como la que utilizas cuando te encuentras a un conocido que no veías hace siglos, como la que utilizo Dylan conmigo. Su Jin dio un respingo, se alejó inmediatamente de la chica y me miro aterrado. Me lleve una sorpresa gigante cuando vi a la chica. Era aquella misma mujer que me hizo sentir incomoda en el baño el día del meet & greet.
Humillación, eso era lo que sentía. Dolor sí, pero más grande era lo estúpida que me sentía por volver a permitir que me vieran la cara de idiota. Respire y clave mis ojos en los del hombre que me miraba como si estuviera viendo un fantasma. Lo odie y trate de reflejar ese odio en mis ojos. Recogí mi dignidad y obligue a mis pies a caminar.
-Celina espera- suplico Su Jin mientras yo lo pasaba de largo - ¡CELINAA!- grito detrás de mí. Apresure el paso, estaba a unos diez pasos de girar la esquina y salir a la calle principal cuando tomaron mi muñeca e hicieron girar mi cuerpo. Su Jin paso sus manos a mis hombros y me miro a los ojos – déjame explicarte por favor – suplico.
-¿explicarme?, ¿Qué vas a explicarme?- le repliqué empujándolo levemente para que se alejara de mí.
-¿vas a explicarme el hecho de porque despareciste todo el día? ¿O de porque esa mujer acaba de besarte?- sisee con los dientes apretados. Poco a poco la furia iba ganando más terreno en mí.
-Por favor Lina, solo déjame explicarte, por favor- los ojos de Su Jin me miraban desesperadamente. Estaba nervioso. No sabía qué hacer. Aleje mi mirada de sus ojos. Mi corazón se hizo pequeño porque frente a mi estaba el chico dulce, tierno del que yo me enamore. Cerré mis ojos y respire profundo. Mis manos formaron puños y enterré mis uñas en mis palmas, tratando de tranquilizarme antes de volver a mirarlo.
-ok, explícame ¿Quién es ella?- pregunte señalando a la mujer que permanecía lejos mirándonos atentamente. Los ojos de Su Jin empezaron a bailar de un lado a otro tratando de hallar la respuesta correcta.
- ella… ella es mi ex – un balde de agua fría cayó sobre mí- por lo que vi, no es tu ex - Su Jin tomo mi rostro entre sus manos y mis ojos empezaron a picar. No, no lloraría.
- ¿Por qué Su Jin? ¿Por qué tenías que jugar así conmigo?- susurre.
- No mi princesa, yo te amo a ti, solo a ti, solo que Ha Neul…solo, no puedo alejarme de ella- escuchar decir su nombre volvió a encender mi rabia. Cerré mis manos en las muñecas de Su Jin y lo obligue a que soltara mi rostro, cuando estuve libre me aleje de él.
-Celina que sucede te estaba bus…- corte a Yul con mi mano derecha haciendo que se parara a unos centímetros de nosotros lo mire fugazmente - no, Yul, solo dame un minuto- Yul alzo sus manos en señal de entendimiento y se alejó un poco.
-¿Qué haces con él? – Pregunto Su Jin con un deje de enojo -tú no tienes el derecho de reclamarme nada, a mí no fue al que encontraron con la lengua de otro en la garganta- Su Jin apretó los puños y giro su rostro para mirar con furia a Yul.
-Su Jin- el dolor quiso apoderarse de mi garganta y mi voz se tornó nerviosa, el chico con cara de arrepentimiento volvió su rostro hacia mí e intento acercarse, levante mis brazos para no dejar que me tocara.
-Yo no voy a compartirte con nadie Su Jin, y voy a permitir que me expliques todo lo que tú quieras, pero con una condición- Su Jin. Se quitó la gorra y se pasó su mano derecha por el cabello.
- Lo que tú quieras Lina solo vámonos.
-No quiero que vuelvas a verla- el rostro del Su Jin se quedó en blanco. Se froto los ojos y miro hacia el cielo. Suspiro antes de mirarme nuevamente.
-Lina esto es más complicado de lo que piensas, no puedo hacer eso así como así-respondió mientras trataba de tomarme la mano. Golpee su mano lejos de mí y el me miro sorprendido.
-No Su Jin, no voy a permitir que me conviertas en tu fulana- Su Jin frunció el ceño - ¿fulana? ¿Qué es una fulana?- maldita sea estaba tan furiosa que ni siquiera podía diferenciar entre coreano y español.
- No quiero ser tu yeon-in, o como sea que se diga.
-Tú no eres mi amante, ¿estás loca?- digo indignado, ahora Su Jin estaba hecho una furia también.
-Basta, maldita sea basta- lo calle, ambos nos miramos por un segundo esperando a que decir – elije ahora Su Jin, ella o yo.