Mi Voz O Tu Amor

Epílogo

Tres semanas después

 

El ser fuerte no es una virtud ni una opción, es una decisión. Yo podría haberme quedado en mi cama destrozada llorando y tomando litros de agua para combatir la deshidratación, pero ya no estaba hecha para ese tipo de compasión. Decidí seguir con mi auto impuesta rutina.

Levantarme temprano para ir al trabajo y refundirme en él. Hablar y mirar solo si era estrictamente necesario a Su Jin. Salir en las noches libres a comer ramen con Yul y Sun Hee. Agradecía silenciosamente el hecho de que se llevaron muy bien desde el primer momento en que los presente. Sabía que mi amiga necesitaba la compañía más que nadie con todo lo que estaba pasando en su vida. Lamentablemente Eun Yeong había llegado para tirar todo su estilo de vida por la borda, pero eso era algo en lo que yo no podía interferir a menos que ella o Yeong me lo pidiera.

No podía negar que aún me dolía cada vez que escuchaba su voz o lo veía a lo lejos. Tampoco podía negar que aun mi cuerpo se estremecía cada vez que él se acercaba o simplemente respiraba cerca de mí. No era estúpida, ni ingenua, sabía que aún lo amaba y tal vez lo amaría durante mucho más tiempo. Pero me amaba y respetaba más a mí misma como para dejarme llevar por esos sentimientos.

Esta mañana me había despertado muy tarde. Como todos los días de mi vida. Salí de mi departamento a toda velocidad, conduje como una loca a través del tráfico de las principales calles de Seúl. Hoy notaba algo de euforia en la gente, la mayoría de las personas en las aceras tenían su cara completamente metida en las pantallas de sus celulares. Bueno no es algo raro hoy en día, pero sus expresiones de asombro era lo que me desconcertaba.

Llegue cinco minutos tarde al estacionamiento subterráneo y corrí hacia el ascensor. Cuando llegue hasta mi piso aún no había recuperado por completo el aliento. Al abrirse las puertas del ascensor vi como todas las personas que trabajan en el área se encontraban amontonadas en unos de los cubículos totalmente concentrados en el computador que se encontraba en el escritorio.

-buenos días - todos saltaron al escuchar mi voz y saludaron mientras se iban desperdigando cada uno hacia sus lugares de trabajo. Decidí no prestarles atención y dirigirme a mi oficina.

Como cada mañana Su Hee entro después de mi pero a diferencia de otros días, esta vez no se sentó frente a mí, si no que se quedó con la espalda pegada contra la puerta de madera.

-¿Qué sucede?- pregunte extrañada -voy a enseñarte algo pero necesito que me prometas que no dejaras que te afecte- inmediatamente deje mi asiento y camine hacia ella.

-no me asustes así ¿Qué sucede?- Con su mano temblorosa me extendió su Tableta.

Lo primero que sentí fue como mis pies se volvieron pesados. Dos piedras se habían instalado en ellos. La sangre de mi cuerpo dejo de circular y mis pulmones dejaron de respirar, lo que causo que mi cabeza empezara a dar vueltas. Realmente no podía creer lo que estaba viendo.

En la tableta que sostenían mis manos se encontraba abierta una de las páginas de chismes más populares de la ciudad. Dispatch hace unos treinta minutos había subido su gran noticia de que a uno de los integrantes de C.E.N.T.S ya le habían robado el corazón. Más específicamente. A Kim Su Jin se lo habían robado. Toda la noticia hablaba de dudas sobre desde cuando estaría él en una relación o quien era la misteriosa chica que tenía sus brazos alrededor de su cuello y lo besaba tiernamente.

Los mismos sentimientos que me abrumaron ese día volvieron a ahogarme en ese instante en que mire la foto en donde se veía como Ha Neul besaba al chico que yo aún no podía olvidar. Mire a Su Hee esperando a que me que dijera que lo que veía era mentira.

-lo siento Cel- el teléfono fijo de mi oficina empezó a sonar y aun sin haber respondido sabía que era mi abuelo. No podía moverme así que mi amiga descolgó y escucho el mensaje el cual no duro ni un minuto.

-tu abuelo quiere que subamos para una reunión de emergencia.

- maldita sea- gemí, Sun Hee me miro duramente tomo mis hombros y me sacudió sin delicadeza.

-vamos Celina recupérate y sube a esa junta como la profesional que eres, no dejes que esto te supere.

-sabes que esto no va a acabar bien- dije alejándome de su agarre.

-créeme esto no es nada para todo lo que se viene- ambas sabíamos a qué se refería.

Con mi corazón nuevamente dolido y mis nervios fuera de rango subimos a esa sala donde ninguna sabía cómo iba a terminar esto. De lo único que podía estar segura era que no dejaría que esto me devastara. No permitiría que Kim Su Jin y el amor que sentía hacia él me destruyera.



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En el texto hay: romance, coreano, grupo

Editado: 15.04.2020

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