Mia | Híbridos Rebeldes 1

40. El peor de los crímenes

Capítulo 40: EL PEOR DE LOS CRÍMENES

Abby

La afirmación de Hannah produjo que cualquier rastro de cansancio desapareciera de mi rostro dándole lugar al chispeo de un inquietante interés.

—¿Eres adoptada?

—No es un secreto —aclaró ella con simpleza—, todos saben que lo soy, al menos los que han vivido toda su vida en este lado oculto del mundo. Soy afortunada de tener a Hareth, digo —pausó como si buscara una forma de corregir sus palabras—, de que el destino lo pusiera en mi camino justo ese día. Estoy agradecida, con su familia por aceptarme pero especialmente con él por no haberme dejado al cuidado de otro.

—Pues sí eres afortunada, muy afortunada. Te tocó una hermosa familia.

—Lo sé, solo que estar a la altura me deja el espíritu en el suelo —susurró con voz derrotada—, pero mi apariencia está en lo más alto. Y eso es lo que cuenta aquí, que te vean bien para pasar desapercibido.

—No te me pongas sentimental que no sé qué decir cuando alguien se desarma conmigo —exclamé de golpe consiguiendo al instante que ella sonriera y negara con la cabeza.

—Me callo —prometió tras guiar su mano derecha a la altura de su boca uniendo su pulgar e índice y deslizándola sobre sus labios para mantener su palabra.

—Mentira —sonreí—. Tengo una duda, tu nombre no delata para nada que no tengas lazos de sangre con los Lewis.

—¿Hannah? Mi nombre real es Michelle. Y lo sigue siendo porque lo conservo como segundo nombre, Hannah Michelle… Lewis.

—Mi nombre es Heaven Abigail, ah, lo odio —gruñí con una mueca de disgusto instalándose en mi gesto facial.

—No tienes cara de Abigail, solo Abby.

—Tú si entiendes.

—Mira, te mostraré algo —exclamó acercándose más a mí encendiendo la pantalla de su teléfono, su hombro se apoyó contra el mío, se acomodó a mi lado ubicando su celular a un enfoque perfecto para las dos—. En este sitio puedes encontrar todas las novedades —deslizó su indicé por la pantalla mostrándome varias secciones—, cuando recibí el apellido Lewis las noticias, durante todo ese día, aquí, por donde mirases solo aparecía mi nombre. Es bastante fastidioso, ni en el mundo sobrenatural te salvas de recibir críticas por quien eres, por lo que haces.

—Eso es lo que le toca a las celebridades, princesa.

—Lo lamento por quienes realmente lo son —dijo entreviendo sus dientes al sonreír—. La novedad del momento es el evento de Sheldon Collins —ingresó en esa primicia, inmediatamente las fotos de ese gran suceso llenaron la pantalla del teléfono—. Aquí están ellos… —Lewis y Rouse en varias tomas comenzó pasar rápidamente ante nuestros ojos, Hannah no me estaba dando tiempo para detallar lo radiante que estaba luciendo mi pelirroja amiga.

Su sonrisa para ese momento había desaparecido, sus labios estaban sellados correctamente, solo que había una visible emoción perturbando sus ojos.

—También hay un sitio para que puedas ser tú —suspiró mostrándome ese apartado en una aplicación nueva—, es una red social de vídeos que le permite a los seres mágicos destacar su poder. Te grabas, pones algún filtro que te haga lucir mejor y compartes. Esta app es muy popular, aquí se lucen los magos. Y para los que son parte de este mundo, pero sin ninguna habilidad que resaltar, como yo —ejemplificó tristemente—, hay efectos impactantes que te puede convertir en el mejor ser mágico. Tengo varios si quieres ver.

Y qué sensacional, estaba viendo videos cortos de gente que verdaderamente estaba luciendo poderes que no eran para nada de fantasía. Todo era real. Bueno, seguidamente Hannah me explicó más sobre los efectos espaciales al mostrarme sus nueve vídeos publicados.

—Mañana podríamos hacer uno —propuso cuando su explicación finalizó, viéndome ilusionada.

—O dos o tres.

—Tu enumeración me dio una idea.

—Dime.

—Cazadores.

—¿Cazadores?

—Sí, ellos cuentan con diversos poderes ya que no pertenecen a la misma especie. El efecto te proporciona su uniforme y tú seleccionas a tu gusto la magia que quieres adquirir.

—Creo que ya deberíamos dormir para que amanezca pronto —sugerí.

—Terminemos de ver el capítulo —su atención volvió a la pantalla gigante y yo la imité. En silencio y en alto suspenso, terminamos de ver el episodio.

—¿En serio eres virgen? —pregunté casualmente.

Todo estaba a oscuras, dormiríamos en aquella sala, los asientos eran bastante cómodos, todos nuestros amigos estaban plácidamente durmiendo que nos dio pena despertarlos para abandonar entre todos la estancia, así que decidimos quedarnos.

Hannah guardó silencio, esperaba no equivocarme al intuir que mintió en la respuesta que le dio a Jeremy.

—¿Por qué lo preguntas?

—Siento que no respetaste los términos del juego.

—Nadie lo hace.

—¿Mentiste?

—Lo hice —no lo negó.

—Pero —observé en la dirección donde estaba ella, no la podía ver pero ridículamente la miré—, pensé que ellos eran tus mejores amigos, ¿por qué les ocultarías esto? No debe ¿avergonzarte?

—Porque es mi secreto.

—Con los amigos se comparten los secretos.

—Algunos secretos —sostuvo—, otros son tan de ti que te las debes tragar. 

—Pudiste haberlo negado de nuevo, ¿por qué no lo hiciste?

—No lo sé. Solo no se lo cuentes a nadie, por favor.

—Está bien —dije a pesar de estar queriendo soltarle todo a Rouse.

—Gracias.

(…)

A las diez de la mañana ya nos encontrábamos todos juntos desayunando al aire libre, en el jardín se respiraba pura tranquilidad.

Bueno, de una dirección emanaba una corriente de reproches que quebraba mi calma. Edward estaba ayudando a Hazal en plantar algunas flores porque el dominaba el elemento de tierra, Hazal se estaba aprovechando de su habilidad para aligerar su trabajo. Ellos se encontraban en una buena distancia, de vez en cuando echaba un vistazo en esa dirección y lo veía mirándome como si hubiera cometido el peor de los crímenes.




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