Mia y Leo

Nunca te olvidare

Afuera vete no quiero hablar con nadie-Dijo Mia con lágrimas en los ojos.

 

Mia soy yo- Decía una voz afuera de la puerta.

 

La voz que salía de la puerta se le hacía conocida.

 

Hasta que sabía perfectamente quien era , nadie más y nadie menos que la querida amiga de Mia, ósea Tasha. Mia sabia que no se podía enojar con Tasha ya que de una forma u otra ella la hará reír, así que decidió seguirle el juego. 

 

Y quien es el tal yo-Decía Mia con una voz juguetona y secándose las lagrimas.

 

Bueno es un viejo amigo conocido- Decía Tasha mientras lentamente se agachaba pegada a la puerta.

 

Ho que gran sorpresa-Respondió Mia mientras ella también se acercaba a la puerta para poder agacharse.

 

Eran dos amigas y aunque a pesar de que estuvieran separadas por una puerta se sentían juntas, unidas. En ese momento Mia sabia que en realidad iba a extrañar mucho a Tasha , y luego mientras recordaba los momentos que pasaron juntas de niñas como la ves que Tasha se cayó y Mia la ayudó, o la vez que a Mia se le cayó su libro favorito al río y Tasha le dio uno nuevo. Y así seguían los recuerdos de Mia uno tras otro, mientras una lágrima solitaria se resbalaba tristemente sobre su mejilla.   

 

Escuche que te mudaras a Guadalajara-Dijo Tasha con un triste solitario tono de voz.

 

Si... y te voy a extrañar mucho más de lo que crees- Dijo Mia con el mismo tono de voz.

 

¿Enserio?- Dijo Tasha con una voz demasiado sorprendida.

 

Por supuesto jamás olvidaré los momentos que hemos pasado justas- Respondió Mia Con una voz más suave que el algodón.

 

Yo también te extrañare Mia - Dijo Tasha.

 

En ese instante hubo un silencio incómodo, ya que ninguna sabias que decirle a la otra.

 

Entonces... dime ¿Se te antoja un helado?-Pregunto Tasha.

 

Solo si es de menta con chocolate y fresas y nueces en sima- Respondió Mia.

 

Vamos entonces- Dijo Tasha lista y preparada para irse.

 

Mia no perdió ni un minuto más ya que quería salir y pensar un poco y cuando Tasha se fuera, llorar en el puente de San Francisco con una hermosa vista al atardecer.

 

Mia y Tasha platicaron un poco mientras comían su helado ambas sientiendose incómodas.

 

Creo que el cambio te vendrá bien Mia- Dijo Tasha preocupada por la respuesta que le daría Mia.

 

¿Que? Te volviste loca, mi vida aquí es segura reconfortante sin cambios-Dice Mia sorprendida.

 

Es justo eso, no haces nada emocionante en tu vida- Decía Tasha viendo la cara de asombro de Mia -No te lo tomes a mal estoy diciendo que siempre haces lo mismo vas a la escuela, comes, vas a la librería, lees en el puente y vas a tu casa. Es así una y otra vez .

 

Pero me siento segura y se siente reconfortante saber que va a pasar y no tomarlo por sorpresa- Desia Mia en modo de defensa.

 

Si pero, ¿no te gustaría hacer algo más emocionante como ir a fiestas, hacer más amigos o conseguir a tu primer amor?- Decía Tasha tratando de convencerla.

 

Yo no tengo tiempo para esas cosas y además ya me tengo a ti-Decía Mia aunque en realidad Mia quería que se quedara con ella y llorar juntas.

 

Si tu lo dices...- Decía Tasha con un suspiro.

 

Cuando las dos se iban a ir por dos rumbos diferentes se despidieron.

 

No olvides mandarme mensajes y llamarme llámame mucho de echo si puedes llámame todos los días- Decía Tasha con una lágrima callando por su mejilla izquierda.

 

¡Si mi capitana!- Le dijo Mía 

 

Y después las dos amigas se separaron con una lágrima de despedida.




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