Michelle Cooper y la marca de la luna.

(capitulo 1) El Secreto de Alturo Cooper

El señor Arturo Cooper vive en el sexto piso en unos de los edificios de la ciudad de miami.
Después del abandono de su esposa se dedicó única y exclusivamente a su hija, michelle cooper. Sin dejar a un lado el trabajo de taxista. 
Desde el día en que su ex-mujer salio de la casa con la niña en brazos no supo nada mas de ella, a pesar del intento que hizo por encontrarla. Para él ella era la peor de las mujeres, y aun más, la peor de las madres, se atrevió a dejar a su hija con tan solo un año de edad en un orfanato sin importarle nada ni nadie.
 

Quince años pasaron desde el día en que Arturo logró rescatar a su hija de vivir en un orfanato. Los diez días que duró en ese terrible lugar fue un completo infierno para él, la impotencia de no poder hacer nada lo estaba consumiendo. 
El resplandor del sol iluminaba por completo la arreglada y bien mantenida sala de star, el señor cooper se encontraba sentado en el sofá leyendo el periódico como todas las mañanas, acompañando de una taza de café situada en una mesa de cristal a su izquierda. Diez minutos mas tarde se levanto del sofá y se dirigió a las habitaciones donde dio tres leves golpes a una de las puertas.
 

—Michelle es hora de levantarse —dijo para luego regresar a la sala de star.
 

Michelle se sentó en la cama y con ambas manos frotó sus ojos. Se quedo un largo tiempo mirando fijo a la pared, se puso de pie y se dirigió al espejo. Con sus ojos verdes entre abiertos logro ver su cabello algo rizado en las puntas que le colgaba un poco mas abajo de los hombros algo desordenado, con una mano aparto un mechón de cabello de la cara y un fino rostro moreno claro con una nariz recta y una dentadura perfecta se hizo ver en el espejo. Entró a la ducha de baño donde no salio después de unos largos cuarenta minutos vistiendo unos jean azules y una blusa blanca que decía: chica sexy.
 

—como amaneces padre —dijo michelle una vez sentada en el sofá.
 

—muy bien hija, alistandome para trabajar —se coloco de pie una ves que cerro el periódico y se dirigió al lavavajillas a dejar la taza donde había ingerido el café— ahora que terminastes los estudios en la preparatoria ¿a que te vas a dedicar?.
 

Giró su cuerpo para observarla 
 

—tengo algunos planes padres —le dirigió una amplia sonrisa— pero te enterarás en su debido momento.
 

El señor cooper levanto una ceja estupefacto y luego dibujo una sonrisa en su rostro.
 

—ok, como digas —dio media vuelta para tomar el saco que estaba sobre el sofá— solo espero que no tardes mucho en contarmelo... nos vemos mas tarde, el desayudo esta servido en la mesa que no se te valla a enfriar —dijo antes de salir del departamento.
 

Una vez cerrada la puerta michelle se levantó del sofá de un brinco, corrió hacia las habitaciones, giro la perilla de la recamara de su padre y comenzó a husmear cada rincón del cuarto.
«donde estará, donde estará» se decía una y otra vez mientras abría las gavetas de la mesa de noche.
«papeles y mas papeles, donde mi padre pudo haber guardado esa condenada llave». «piensa michelle piensa».
 

 

Flashback
 

—QUE NO SE TE OCURRA DAR UN PASO MAS —le grito su padre cuando vio que logro abrir la puerta de la recamara del fondo.
 

Estupefacta giro su cuerpo para encarar a su padre.
 

—¿Que sucede papá? —dijo en un hilo de voz— que secretos guardas en esta habitación porque no me permitas el...
 

—las reglas de esta casa están hechas para respetarse y lo sabes muy bien michelle —la interrumpió, la tomó por el brazo y la alejo de la puerta cerrándola— prometeme que nunca mas te vas a acercar a este lugar —la miró fijo.
 

—he, he... —vaciló michelle— solo quiero saber porque me prohíbe entrar a esa habitación. ¿que escondes? 
 

—no estoy escondiendo nada, sabes que todo lo que hago es para protegerte. Por tu bien y por el mio nunca deberás abrir esa habitación —la señaló con el dedo índice— ahora prometemelo.
 

Michelle no dejó de ver a su padre ni  por un minuto, era increíble la reacción que tomaba cuando hablaban de aquella habitación y era mucho peor cuando se acercaban a ella. Coloco ambas manos detrás de su espalda cruzo sus dedos y en voz baja dijo: 
 

—te lo prometo padre.
 

Arturo la observó con amor por un segundo y acaricio su mejilla.
 

—andando —retiro la llave de la puerta y comenzó a caminar.
 

—¿sea lo que sea que esta allá dentro tiene algo que ver con mamá? —pregunto tímida, 
 

El señor cooper detuvo sus pasos y quedo pasmado por varios segundos sin mover un solo musculo, cosa que a michelle no le causó nada de gracia que prefirió no haber dicho nada.
 

—tú no tienes madre —dijo en voz baja muy firme y continuó caminando.
 

Fin del flashback
 

—lo tengo —cerro las gavetas de la mesa de noche y se dirigió al escaparate, con ambas manos comenzó a tocar sobre él hasta que sintió algo. Una pequeña caja de madera. La tomo con ambas manos y se sentó en la cama junto con la caja, poco a poco fue levantando su tapa hasta que la retiró por completo. Comenzó a sacar papeles y sobres hasta llegar al fondo, levanto una pequeña servilleta de tela blanca y una llave reluciente apareció antes sus ojos «bingo». Volvió a colocar todo tal cual estaba y la caja volvió a tomar su puesto sobre el escaparate. Salió disparada de la habitación de su padre hasta llegar a la habitación del fondo.
 

—ahora o nunca —introdujo la llave en la puerta y giro junto con la perilla. Un chirrido se escucho cuando la puerta abrió un poco. Retiró la llave y la guardo en su bolsillo. Cuando estuvo apunto de entrar un sonido la sobresalto.  
 


 



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En el texto hay: engano, secreto, amor romance mentira

Editado: 04.10.2020

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