Michelle Cooper y la marca de la luna.

(capitulo 7) El Primer Conjuro

Los gemelos Gastrell la observaron por un segundo y estallaron en carcajadas. Michelle estupefacta no dejaba de observarlos con el entrecejo fruncido.

—A ver, de que no estas hablando michelle —dijo Alexa controlando un poco la risa.

—de que no soy una bruja, no tengo nada que me vincule a ello.

—eso es completamente imposible —exclamo Alex—. Una persona común y corriente no puede entrar a lordfawer y tu lo hiciste, eso todo lo tenemos claro, lo que no tengo claro es porque te niegas a aceptar lo que eres.

—¿Alguien de tu familia tiene poderes especiales? —le pregunto Alexa.

—No, no que yo sepa, mi padre es un ser común y corrien...

—y tu madre —la interrumpió Alex.

Michelle lo observo por un segundo en silencio y luego dijo:

—no conocí a mi madre.

—eso explica muchas cosas —repuso Alex— vamos hacer lo siguiente: Alexa va a realizar un conjuro y tu vas a tratar de hacer lo mismo, si no funciona tu tienes razón, eres una simple mortal.

—buena idea, así le demostraré a cada uno de ustedes que se equivocan —michelle se cruzo de brazos.

—haré esto lo mas simple posible —Alexa dio un paso al frente—. "Alex tiene una cara de trol que no puede ocultar.—comenzó a decir mientras movía su dedo índice en círculos y un rayo de luz violeta seguía los movimientos de la punta de su dedo—. Que aparezca a aquí mismo una flor del mas allá".

Cuando Alexa termino de decir lo que estaba diciendo apareció una pequeña flor blanca en sus manos. Michelle sorprendida abrió la boca hasta el tope y los ojos como plato mientras observaba a los gemelos que sonreían como si eso fuera lo mas normal del mundo.

—¿como rayos hiciste eso? —michelle la miraba atónita.

—tu turno —repuso Alex ignorando sus palabras.

Michelle quiso decir algo pero no dijo nada, estaba segura de que no iba a lograr nada, así que comenzó hacer lo mismo que Alexa.

"Alex tiene una cara de trol que no puede ocultar que aparezca aquí mismo una flor del mas allá".

Por toda la calle comenzaron a aparecer flores de diversos colores, las paredes de los casas y edificios cercanos se inundaron de ella, igual que las rejas de la academia. Esta ves michelle quedó mas sorprendida que la vez en que lo hizo Alexa.

—menos mal y no eres bruja —dijo Alex sonriente.

—woow... desde cuando no haces un conjuro mujer —exclamo Alexa sorprendida.

—desde nunca —susurro Alex aun sonriendo.

—yo no se que ha pasado —dijo michelle confundida—. No se porque aparecieron tantas flores. Yo no, yo, yo... mejor me voy —empezó a caminar.

—aguarda un momento —Alexa se colocó al frente impidiéndole el paso. —huir no cambiará las cosas, tienes que ser valiente aceptar lo que eres y enfrentar lo que vendrá —miro a michelle fijamente a los ojos.

—creo que tienes razón —dijo michelle luego de pensarlo un rato—. voy a necesitar de su ayuda para entender todo lo que esta pasando. Resulta nuevo para mi.

—cuenta con nosotros michelle, te enseñaremos todo lo que necesitas saber para que seas una excelente bruja —dijo Alex—. Toma esto —le extendió a michelle una esfera de aluminio que tenia un botón muy brillante—. Presionalo cuando el reloj marque las tres de la tarde —fueron las ultimas palabras del gemelo para marcharse son su hermana.

Michelle observó la esfera en sus manos, levanto ambos hombros dando a entender que no tenia ni la mas mínima idea para que servía. 
Sin dejar de pensar en otra cosa que no fuera el montón de flores que hizo aparecer por toda la calle volvió a su casa después de un largo paseo en taxi. Saludo a su padre que se encontraba viendo televisión en la sala de star y seguidamente se dirigió a su habitación.  se dio una corta ducha y se tiro en la cama cayendo en un profundo sueño.

Faltando diez minutos para las tres de la tarde el celular de michelle comenzó a sonar. Con poco animo lo saco debajo de la almohada y observó la pantalla. Sobresaltada por la hora, se puso de pie y se metió al cuarto de baño donde no salio después de ocho minutos. 
Tomo asiento en la cama junto con la esfera de aluminio faltando un minuto para las tres, sin quitarle la vista al reloj viendo como corrían rápidamente los segundos dijo:

—es la hora —presiono el botón justo cuando la aguja del reloj marcaban las tres.



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En el texto hay: engano, secreto, amor romance mentira

Editado: 04.10.2020

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