—He preguntado qué está pasando aquí —volvió a repetir Jack al no recibir respuesta alguna— pensé que solo eran amigos.
—Y lo somos —respondió Alex desorbitado. Inmediatamente a Jack le cambió radicalmente la expresión de su cara enojada a una cara avergonzada la cual Michelle no dejaba de ver con ira.
—¿Me puedes decir cuál es tu problema?, ¿Por qué te molesta tanto si Alex tuviéramos algo?.
—He, he... yo...
—A su lugar Spinter, no creo que querrá tener un negativo en su hoja de calificaciones —le grito la Relis al verlo de pie.
Sinceramente Michelle no tenía ni las mas mínima idea de porque Jack actuaba de esa manera, no tenía motivos para hacerlo y ella tampoco se lo ha dado, siempre da a entender que le importa poco lo que ella haga o deje de hacer pero ultimadamente trata de llamar su atención, será que lo hace porque no puede vivir sin tener la atención de las personas o tal vez lo hace porque, no. No creo que sea eso.
Luego de un largo día viendo clase con la profesora Relis sobre los Otag y todo aquello que implicaba a eses creatura mágica en la vida de un brujo salió de clases a las 7pm junto con los gemelos, se despidieron en el súper ascensor y siguió su camino a su departamento.
Al abrir la puerta saludó al señor Arturo quien se encontraba preparando la cena, arrojo su mochila en una de las sillas de la sala y sin decir nada se dirigió a su habitación donde rápidamente ocupo el baño donde recibió una refrescante ducha.
—¿Que tal tu día hija? —preguntó Arturo llevándose un vaso de jugo de naranja a su boca.
—Muy bien padre, hoy aprendí nuevas cosas —Michelle acomodo sus pies debajo de la mesa y continuo hablando—. Aunque creo que la profesora es algo antipática con algunos alumnos —añadió.
—¿Has tenido problemas con ella?
—Por fortuna no, trato de evitarla lo más que puedo.
—Eso es bueno hija, mientras más lejos estés de los problemas mucho mejor—confesó.
—basta de hablar de mí, padre —Michelle se llevó un trozo de carne a la boca--. Cuénteme como le fue en el trabajo, aunque creo que muy bien porque esa sonrisa que tiene desde que llegue me dice mucho— ambos rieron.
—Que te puedo decir hija tuve un día estupendo aunque... su voz se detuvo al escuchar el sonido del timbre que llegó dos veces a sus oídos. —¿Quién podrá ser?—limpio su boca con una servilleta y se dirigió hacia puerta.
Michelle hizo lo mismo, limpio su boca se puso de pie y recogió los platos ya vacíos llevándolo al lavavajillas, limpio uno a uno y se devolvió a la mesa a acomodar las sillas.
—Michelle la visita es para ti—dijo Arturo desde la puerta—un compañero de la universidad, Jack Spinter.
—Hola Michelle—Jack la saludo con una amplia sonrisa maquiavélica en su rostro, dejándola pastada, completamente estupefacta, mas blanca que un papel. Jack se dio cuenta de dicho gesto y sus dientes se asomaban cada vez más.
—¿Te vas a quedar allí parada sin decir nada? —soltó Jack.
Inmediatamente Michelle volvió en sí, nuevamente logro controlar su cuerpo, fue una sensación tan extraña he incontrolable, no tenía idea de que le había ocurrido pero estaba casi segura de que Jack tubo algo que ver fuera lo que fuera.
—Hola Jack, que haces aquí?—hablo entre dientes fingiendo una amplia sonrisa.
—Necesito de tu ayuda, no entendí muy bien lo último que dijo la profesora Relis del antídoto contra los Otag que ya están desarrollados en hogares de brujos que practican fuertemente la magia oscura. Será que me lo puedes explicar.
—Esta vez la boca de Michelle se abrió hasta la altura del piso y no solo ella, el señor Arturo estaba más extrañado con las palabras de Jack a lo que seriamente pregunto:
—¿De que estas hablando?.
—de la clase de hoy. Creaturas anti-magos—respondió tranquilo— con la profesora Relis bruja profesional de lordfaver.
—Michelle explícame que está hablando este joven, ¿a qué brujas se refiere?—Arturo cambio su expresión radicalmente, ahora su cara mostraba enojo y decepción. Nunca antes Michelle lo había visto en ese estado, ni la vez que la encontró abriendo la puerta del cuarto secreto. Sus piernas comenzaron a templar notoriamente al igual que sus labios sus ojos clavados fijamente en los de su padre quien la seguía fulminando con la mirada.
—Papá yo te puedo explicar todo. No fue mi...
—... Aguarden un segundo—interrumpió Jack colocándose al frete de ambos—. ¿Usted no sabía que ella es bruja? —rio sonoramente—. Me lo fueras dicho antes Michelle—Jack chasqueo sus dedos y el señor Arturo quedo en pausa.
—Fueras visto tu cara, estabas horrorizada—Jack siguió riendo con gana—no puedo creer que según la bruja más fuerte se allá asustado de que su papi el mortal se enteró de que su pequeña hija le ha estado mintiendo y no le había dicho que es una buja.