En medio de este tétrico bosque, perdido por días incontables, bajo a la compañía de ese horroroso cuervo. Solo se que al final él comera mis ojos.
El cansancio me ganará y ya no podré seguí huyendo de mi incansable perseguidor. Y cuando caiga, ya agotado y sin fuerzas, se abalanzara sobre mi sacándolos de sus cuencas, mientras yo vocifero gritos de dolor y terror. Y viceversa.
Ese maleficio cuervo, solo me verá desangrar mientras débora mis ojos con su demoníaco pico de ave del infierno.
Y aqui, en este espantoso bosque, perdido, sin razón alguna moriré. Para luego ser mi cuerpo devorado por las fieras que en el habitan.