Tumbado en la cama sobre mi hombro derecho me pregunto por qué desperté inquieto.
Entonces lo veo: el rostro macilento y sin vida de mi esposa me observa desde el otro catre. Un escalofrío recorre mi espalda.
Me levanto y lo cubro con la sábana que se corrió.
No puedo quemarla dentro y el gobierno nos prohíbe salir de la habitación. Así que allí está, acompañándome aún en la muerte.
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fantasmas y presencias, demonios y dolor, muertes; leyendas; suspenso; terror.
Editado: 02.12.2023