Los perros fueron comprados ese día para que cuidaran la casa.
Cuando la pareja empezó a pasearse en el corredor, empezaron a ladrar y a llorar. Se refugiaron el salón, pero el ruido no cesó.
A la semana se tuvieron que mudar. No era la primera vez que abandonaban un hogar a causa de los perros.
Por alguna razón, a los canes no les gustan los fantasmas.
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fantasmas y presencias, demonios y dolor, muertes; leyendas; suspenso; terror.
Editado: 02.12.2023