Llevaba horas sentado frente a la computadora, sin embargo, tanto la hoja de Word como mi mente continuaban en blanco. No llegaba ninguna buena idea para otra historia.
De pronto el aire rieló a mi espalda y percibí una presencia oscura y maligna.
—Nada nuevo ¿eh? —susurró el demonio con su gélida voz—. Ya sabes qué hacer.
—Lo sé —respondí.
Empecé a pensar en mis amistades. ¿A quién sacrificaría para que las grandes ideas volvieran?
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fantasmas y presencias, demonios y dolor, muertes; leyendas; suspenso; terror.
Editado: 02.12.2023