Microcuentos de terror

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Soñó que la policía hurgaba en su jardín y encontraba a Santa muerto, y que él lo había matado. Al despertarse, corrió al jardín. No había policías, ni perros husmeando la tierra. Suspiró aliviado. Su secreto estaba a salvo. Como él, esa navidad ningún niño recibiría juguetes.

¡Si Santa tan solo le hubiera traído la bicicleta que año tras año pedía aquello no hubiera ocurrido!




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