La mujer era muy hermosa y sonreía de forma preciosa. Mantuvo la sonrisa al exponer el plan para estar juntos. Fue así como se lo ganó.
Esa noche, la noche elegida, le sonrió todavía más y guiñó un ojo. El hombre asintió, entró a la casa y asesinó al esposo de la dama.
Pero al salir al encuentro de su amada, para darse a la fuga sin que aquel cruel esposo los persiguiera, no encontró a nadie.
Durante el juicio alegó que el autor intelectual había sido la mujer, pero claro, nadie le creyó. Después de todo, la mujer en cuestión había muerto hacía tres años.
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fantasmas y presencias, demonios y dolor, muertes; leyendas; suspenso; terror.
Editado: 02.12.2023