Microcuentos de terror

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Soy uno de los operarios que demolerá hasta los cimientos la Vieja Casa. Así, con mayúsculas.

Se dice que tiene más de mil años, que cuando el pueblo nació, ella ya existía, y que solo pasó a formar parte del mismo cuando este se expandió y la engulló. Aun así, siempre desentonó, nunca pareció formar parte del poblado. Más aún, que se sepa, nunca nadie la habitó.

Lo más raro ocurrió el año pasado. Un huracán azotó la zona, y mientras las casas vecinas caían como fichas de dominó, la Vieja Casa permaneció de pie, incólume.

Ahora vamos a demolerla. Lo confieso, estoy emocionado, pero también tengo miedo. ¿Qué encontraremos? Más aún ¿lograremos tumbarla? 




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