Microcuentos de terror

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Siempre tuvo un vínculo muy especial con su gemelo. De niños eran inseparables, pero al llegar a la adolescencia se fueron separando. Y fue ese alejamiento, ese miedo a que su hermano lo abandonara, lo que lo llevó a ejecutar aquello que todos llamaron locura.

Tocó la extensa cicatriz que iba del cuello al hombro y se echó a llorar.

En efecto, se trataba de la cicatriz dejada por la herida que, tras asesinar a su hermano, se hizo para pegar la cabeza de aquel a su cuerpo.




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