La sociedad estaba enardecida, la crispación política era tal que se esperaba un estallido social inminente, la sociedad estaba en la calle. En ese estado la represión estatal se hace cotidiana y es brutal, sin distinguir rasgos, raza, genero ni filiación; pero, para la población en general la vida continúa, el trabajo y la escuela siguen, las necesidades del hogar no paran. Carlos un joven de 16 años, va a sus practicas de béisbol, sale de clases, practica y regresa a casa a las 7 de la noche. Pero cierta noche no regresó, el mundo familiar empezó a tambalearse. En la mañana su familia lo buscó infructuosamente en casa de amigos, familiares, policía y hasta en la morgue, fue un día de sufrimiento ante la desaparición de un ser querido. Al día siguiente aparece la noticia que Carlos esta apresado acusado de terrorista. Lo capturaron portando un arma contundente, que no era mas que su bate de béisbol. No le permiten visitas, no le permiten contratar abogado, nadie sabe cuando es la audiencia, ni cual es la acusación formal . Sus padres están desesperados porque saben que es un niño y que no ha hecho nada, el solo estaba regresando a casa de su practica deportiva