Microrrelatos de una durmiente errante

Una historia

—¡Oh, no! ¡No lo recuerdo! ¡Dios, ayúdame...! ¿Cómo es que iba?

¡Rayos! ¡Ah, ya…!

"Eran la 1:45 A.M., cuando la cruz con una peculiar flor metalizada, brillaba intensamente. Se abrió sobre su mano, quemándolo; entonces, noté que yo estaba de pie a su lado. De repente, escuchamos el galopar de un caballo debajo de las escaleras, al pie de la cama, y nos concentramos en él. No aparecía cuerpo alguno, pero el sonido se intensificaba cada vez más, aproximándose. Nos invadió el terror y supe que la muerte había llegado".

—¡Está buena! Creo que la usaré después. Ahora, ¡a dormir!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.