RELATO CORTO: AMOR CORRESPONDIDO (PARTE 1) - Nueva Versión

Desde que tenía quince años tengo un crush, pero no uno cualquiera. Él es del pueblo de mi madre y amigo de la familia. Y también es el primo de mi mejor amiga Eva – aunque yo la llamo Evie de forma cariñosa. Así que durante años lo he tenido cerca. Le veía de vez en cuando iba a casa de Evie o en verano durante la feria del pueblo, pues a mi me ha gustado pasar algunas semanas allí con mi familia.

Él siempre estaba sonriendo, con esos ojos y esa manera de hablar que me quedaba sin palabras. Yo mientras tanto, intentaba actuar como si no pasara nada, como si no se me acelerara el corazón cada vez que estaba cerca o como si no quedar bloqueada cuando me miraba, aunque fuese solo durante un instante.

Con el paso del tiempo, dejamos de coincidir, ya que yo entré en la universidad y él consiguió trabajo fuera. Así que las visitas al pueblo se hicieron con menos frecuencia, y pensé que al estar en otra ciudad se me pasaría ese crush tan intenso, que me enamoraría de alguien de más o menos mi edad y no de un hombre que me sacaba diez años, pero no fue así, pues no era capaz de sacármelo de la cabeza. Más todavía en ese momento, que estoy sentada a su lado en el coche.

Se ofreció a llevarme de vuelta a la ciudad donde estudio porque tenía que hacer unas gestiones allí y se quedará un par de días en hotel. Parece algo normal, salvo el hecho de que llevo un buen rato sin ser capaz de articular una palabra.

Lo primero que he hecho cuando me he subido al coche ha sido mandarle un WhastApp a Evie contándole que estaba en el coche con él y que llevo un buen rato callada como una tonta, sudando más que cuando vamos juntas al gimnasio. Como no me ha contestado hasta hace solo un par de minutos, sus respuestas han sido una serie de stickers, emojis y corazones.

- ¿Siempre eres así de callada? – Me pregunta él de repente, sacándome de mis pensamientos

Me sobresalto un poco. No me está mirando, pues mantiene los ojos en la carretera, pero su tono es amable, casi divertido

- No siempre – Le respondo – Solo cuando estoy con gente a la que no conozco tanto

- ¿Ah, sí? Porque yo te he visto en el pueblo hablando con todo el mundo. Especialmente Evie – dice con media sonrisa.

- Bueno, es que eso es distinto – digo encogiéndome de hombros

- Ya veo – Asiente, sin insistir, y vuelve a centrar su atención en la carretera.

Aunque, sin embargo, solo puedo pensar en si realmente me está prestando atención o si se ha dado cuenta de cómo me pongo cuando está cerca. Ahora mismo estoy sintiendo mariposas en el estómago y me tiemblan un poco las piernas. Por no hablar de mi pobre corazón, que siento que se me va a salir del pecho de lo rápido que late. Miro por la ventana fingiendo serenidad, aunque por dentro estoy colapsando.