Microrrelatos/ Historias cortas

REALATO CORTO: "NO ME PUEDES OBLIGAR A CASARME CONTIGO"

No me podía creer lo que estaba oyendo. ¿En serio me iba a obligar a casarme con él?

  • Estás loco si crees que me voy a casar contigo. ¡No me puedes obligar!
  • Oh claro que puedo. Además, no tienes elección.

Eso era cierto, mis padres habían accedido a que yo contrajera matrimonio con este tipo, quien no era nada más y nada menos mayor que yo por 12 años. Aparte de que ellos pensaban que con él tendría futuro, pues era un millonario que poseía muchas tierras

  • ¡Pero yo no quiero! – Exclamé- Me estás forzando a hacer una cosa que es desagradable para mí- No es justo- dije finalmente en un susurro
  • La vida no es justa, amor- Me dijo él cogiéndome de la barbilla suavemente, haciendo que yo le mirara a los ojos, pero yo di un paso hacia atrás soltándome de su agarre mientras decía: - ¡Déjame en paz, no tienes derecho a hacer esto! Sabes perfectamente que no tengo sentimientos de amor hacia ti- Confesé
  • Lo sé, mi amor, pero sabes que esto es necesario para ti
  • No, no lo es, todos me estáis demostrando que no me puedo valer por mi misma y que necesito de un tío con mucho dinero para ser feliz en la vida- Espeté llena de ira
  • Sabes que “ese tío con mucho dinero” es bastante comprensivo contigo y es consciente de lo que estás sintiendo- Dijo él con dureza

Di un paso hacia delante y le contesté: - Pues no lo parece – Y di media vuelta para ir a mi habitación y una vez allí eché el cerrojo.

Es verdad que era un buen tipo, y es más, me había tratado muy bien desde que me fui a vivir a su casa (que en realidad era una mansión), pero en ese momento estaba llena de rabia e impotencia por todo lo que me habían hecho mis padres, de hecho, ellos creían que yo era una inútil y que no era capaz de hacer nada y por eso habían aceptado la propuesta de (*) para casarme con él. A sus 36 años, era un respetado millonario que vivía en Cádiz, España, y que había heredado muchas tierras, como había mencionado anteriormente. Medía 1,80 metros, y tenía los ojos de diferente color, el derecho era verde y el izquierdo era de color marrón. Sí, él tenía lo conocido como “heterocromía”. Sin embargo, esos rasgos especiales no le habían impedido ganarse una buena fama en el país. Mis padres lo habían conocido por una amiga de mi tía quien también vivía en Cádiz, pero que a veces venía a mi ciudad natal para hacer diferentes negocios. Y yo sólo era una muchacha normal y corriente que solamente quería encontrar su lugar en el mundo, pero que la gente creía que mi destino era estar anclada a este tipo y a este estilo de vida, y además yo no sentía amor hacia él-al menos, él me tenía aprecio y respeto, que ya era algo

  • Puedes hacer esto – Me dije a mi misma – Puedes hacer esto y más

Y me encaminé hacia mi nueva vida

1 MES DESPUÉS

Transcurrió una semana desde que me había casado con (*). La verdad era que no hablábamos mucho, ya que él estaba viajando muchas veces por cosas de trabajo, y las veces que estaba en casa se dedicaba estar en su despacho haciendo sus cosas. Aunque también nos veíamos en las comidas, solo intercambiábamos unas palabras, y pasar de que teníamos una cama de matrimonio para los dos, yo me iba a dormir antes que él, así que tampoco nos relacionábamos

****

Unos días después, yo había quedado con una amiga en la casa, y en ese momento nos encontrábamos en la sala de estar viendo una película, cuando entró (*) y me preguntó:

  • Hola, ¿podemos hablar?

Yo miré a mi amiga, quien asintió y se fue para dejarnos intimidad

  • Y bien, ¿qué querías decirme? – Le pregunté un poco cortante, pues todavía no me fiaba de sus intenciones y además ese día había amanecido con el pie izquierdo
  • Yo…bueno, he pensado que podíamos pasar el resto del día juntos

Levanté una ceja y dije: - Ah vale, lo que quieras. ¿Qué quieres hacer?

  • Podíamos ir a dar un paseo. Al fin y al cabo, somos marido y mujer. Aunque primero hay algo de lo que quiero hablarte, pero es mejor que lo hagamos en mi despacho
  • Está bien- Dije un poco harta de tanto misterio

****

Una vez allí, él se sentó en su sillón y yo en una silla enfrente suya. Pasaron unos segundos hasta que dijo:

  • ¿Te acuerdas del contrato que tuviste que firmar para casarte conmigo?- Asentí- Bien, pues era falso- Confesó
  • ¿Cómo? – Dije sorprendida ante aquella declaración- Me estás diciendo que…
  • Exacto, nuestro matrimonio es mentira. Tus padres realmente creen que estás casada conmigo. Lo que quería sacar de todo esto, era que te vinieses a vivir conmigo porque así estás a salvo del maltrato de tus padres
  • ¿Cómo sabes eso?- Le dije echándome un poco para atrás en la silla
  • Sabes que tengo contactos- Respondió sin darle importancia
  • Entonces lo que querías era protegerme desde el principio- Contesté un poco culpable por como le había tratado
  • Sí, pero no solo es ese motivo
  • ¿Qué?
  • También quería protegerte, no solo porque te tenga aprecio, sino que también he desarrollado sentimientos hacia ti
  • ¿Cómo dices?- Exclamé, mientras me ponía un poco roja- Pero sabes bien que yo no…
  • Lo sé, pero me parecía correcto que lo supieras. Pese a que tú no sientas lo mismo, podemos continuar con la farsa en público. Si te parece bien, claro- añadió
  • Me parece bien- Acepté tras pensar por un momento lo que iba a hacer

Y así fue como me adapté a esta nueva vida



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En el texto hay: crush, amor, metas

Editado: 10.11.2024

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