EXTRA AMOR CORRESPONDIDO: "DÍMELO OTRA VEZ" (PERSPECTIVA DE ÉL)

Estamos sentados en el borde del riachuelo. Ella habla de cualquier tema, pero yo tengo la mente en otro sitio. Para ser más exactos, en la boda de su primo Francisco.

- Oye… - empiezo a decir, sin poder contener una sonrisa - ¿Te acuerdas del numerito que hiciste en la boda de tu primo?

Ella entrecierra los ojos – No empieces, por favor…

- Es que no puedo evitarlo, fue épico. Nunca había visto algo tan divertido y adorable al mismo tiempo.

- Adorable dice. Sí, hacer el ridículo delante de toda mi familia y de ti es lo más adorable del mundo.

- Lo fue – le digo – Es más, quiero que me lo digas otra vez.

- ¿Qué?

- Las frases. Quiero que me las digas todas y en serio. Esta vez sin risas y sin teatro.

Ella me mira como si hubiese perdido la cabeza - ¿Estás de broma?

- No. Venga, que te reto.

- Pero si eran letras de canciones – me dice, cruzándose de brazos – Era una mezcla de todas ellas en base a lo que escuchaba en ese entonces-

- ¿Y?

- ¿Y qué?

- Que me da igual. Quiero escucharlas de ti y esta vez bien dichas.

Ella abre la boca, pero al final no dice nada. Me mira unos segundos y luego suspira.

- Estás loco…

- Puede que un poco. Pero por ti – respondo sin pensar

- Te necesito como respirar. No sabes lo mucho que significas para mí – comienza a decir – Significas mucho para mí

Siento una sensación en el pecho. Soy consciente de que son letras de canciones, pero ahora es diferente, porque esta vez lo dice sin risas, con la voz más suave del mundo

- Eres el amor que odio – sigue diciendo – la guerra que lucho, la droga que tomo…

Se detiene un momento, como si no estuviera segura de seguir, pero no digo nada. Solo me dedico a mirarla

- Eres mi luz en medio de la oscuridad. Y de todas las canciones que existen…tú eres mi única melodía

No sé qué decir. Solo me puedo dedicar a contemplarla. Sí, la tengo delante, diciendo frases que vienen de canciones, pero que dichas de su boca suenan más reales que nunca.

- ¿Ves lo que haces? – digo en voz baja – Ahora voy a tener que esforzarme cada día para ser esa melodía

Ella sonríe, tímida – Entonces, te reto.

- ¿A qué?

- A que me sigas queriendo incluso no tenga frases bonitas. O cuando solo sea yo con mis silencios y guerras internas

- Entonces, acepto – le digo sin dudar

Me acerco un poco y le cojo suavemente de la barbilla para besarla. Porque si eso eran canciones, este es el estribillo.