Avril’s POV
Pasan unos días donde hay tensiones por la presencia de Sunflower y la amenaza de la Buscadora. Un día, nos enteramos de que está cerca de donde estamos Damián decide que hay que atraparla antes de que siga haciendo más daño. Miro a Iris, que aprieta los labios, nerviosa. Sunflower, en cambio, baja la mirada y nos dice que Leo también está de acuerdo. Yo solo me limito a asentir.
Sunflower’s POV
Caminamos hacia la carretera que está en las afueras de la ciudad. Avril y el resto avanzan en silencio, y mientras Leo dice que ella, la Buscadora no puede seguir libre, yo le doy la razón, consciente de las consecuencias de sus acciones.
La encontramos en mitad de la carretera, con esa mirada fría típica de ella, pero antes de que pueda pronunciar una palabra, Damián la apunta con una pistola y grita:
- ¡Buscadora! – y le dispara en el hombro, provocando que caiga inconsciente.
***
La encerramos en una de las salas del sótano del refugio. No dice nada, solo se limita a sonreír de manera siniestra.
- Dejadme hablar con ella a solas – digo
Los demás protestan un poco, pero al final se van. Cuando estamos solos, la Buscadora dice con burla:
- Bueno, aquí estás, Sunflower, ¿o debería decir Leo?
No contesto. No quiero caer en sus provocaciones, pero aun así, digo:
- Sigo llamándome Sunflower
- Sunflower – repite - ¿Entonces has venido a matarme?
- No
- ¿A interrogarme entonces? ¿Dónde están tus instrumentos de tortura?
Me estremezco al oír esa palabra.
- No voy a hacerte daño. Los demás no querían matarte sin consultarme primero. Por si quería hablar contigo antes.
- ¿Y tienes algo que decirme?
Trago saliva y espero unos segundos.
- ¿Por qué? – empiezo a decir - ¿Por qué no nos dejabas en paz y no podías darme por muerto, como el resto? ¿Por qué esa obsesión por ir detrás de mí? Yo no quería hacerle daño a nadie, sino seguir mi propio camino.
- ¡Porque yo tenía razón! – exclama - ¡Ellos son unos asesinos Y yo sabía que estabas aquí con ellos, como uno más. ¿Es que no ves lo que puede hacer un alma débil como tú?
- Yo no soy débil – respondo en un tono seco – Y me voy la vuelta para irme, porque no quiero seguir escuchándola. Aunque a pesar de que odio a la Buscadora, no quiero que muera.
- “¿En qué estás pensando, Sunflower? – me pregunta Leo en mi mente.
- Ya sé cómo deshacernos de la Buscadora – digo simplemente
Y no es mentira. Lo que podemos hacer es usar una de nuestras medicinas, las que usamos las almas, para dormirla y realizar el mismo proceso para entrar a las almas en el cuerpo humano, pero para que salgan. Y sé cómo hacer ese procedimiento.