Sunflower’s POV
- “¿De verdad vas a hacerlo?” – me pregunta Leo.
- Sí, es la única manera. Si la dejamos, tarde o temprano nos destruirá, pero si la matamos, nos convertiremos en aquello que odiamos.
***
Dormimos a la Buscadora y la depositamos en una de las camillas de la enfermería. Realizo la extracción haciendo un pequeño corte en la nuca y sacando el alma del cuerpo. Todo bajo la atenta mirada de los demás, que contemplan con fascinación. Una vez que tengo a la criatura entre mis manos, la meto con cuidado en el criotanque donde se guardan a las almas que viajan de un planeta a otro. Unos instantes después, la huésped de la Buscadora se despierta y nos da las gracias, y se la llevan para quedarla en observación para que descanse tras todo ese tiempo.
Yo, en cambio, me dirijo hasta el centro de transportes, que es el sitio donde se envían a las almas para que hagan los viajes.
- Adiós. Que tengas un buen viaje – le digo al criotanque
Cuando regreso al refugio, busco al Sanador. Le cuento que estoy pensando dejar este mundo y que quiero dejar el cuerpo de Leo libre, que quiero morir porque ya he vivido mucho.
- “¿Qué? ¡No, Sun, no puedes hacer eso! ¡Y menos después de todo lo que hemos pasado!”
- “No se trata de lo que quiero, sino de lo que es correcto – le digo con tristeza – He visto como Avril sufre por ti. Este mundo no es mío..
Más tarde, les comunico a Avril y a Iris mi decisión
- ¡No, no puedes! Si haces eso, vas a morir – me dice Avril, impactada.
- Lo sé, y acepto mi destino.
Iris, con los ojos llenos de lágrimas, me dice:
- Sí, no tienes por qué hacerlo, Sun. Eres parte de nosotros. Y además, no puedes dejarme.
Ellas intentan convencerme, pero yo no cambio de opinión.