Creía que Evie ya no me iba a volver a sacar al escenario, pero estoy equivocada. Luego de que otras dos personas terminen de cantar, me hace subir de nuevo. Esta vez elijo la canción “Get outta my heart”, de la misma cantante. Tomo el micrófono, esta vez más segura de mi misma que la vez pasada y comienzo a cantar. La canción habla del dolor y la liberación que vienen con el final de una relación amorosa, pero en mi caso, la he elegido porque no puedo sacarlo de mi cabeza, de olvidarle por mucho que lo intente. Cuando llega el estribillo, canto con más fuerza, aunque algo dentro de mí cambia. Es como si mi propio corazón hablase por mí, con rabia y miedo. Y entonces, veo que él se levanta de la silla y se marcha, y ante ese acto suyo el cual no me esperaba, la voz me tiembla un poco, pero consigo recuperarme y sigo cantando hasta el final, pero ya nada es igual para mí. cuando todo acaba, los aplausos estallan por toda la sala, pero apenas los escucho, ya que lo único que deseo es ir corriendo detrás de él, de decirle que, aunque acabo de cantar que quiero sacarle de mi corazón, lo que realmente quiero es que permanezca en este para siempre.
Cuando bajo del escenario, Evie me dice en voz baja:
- Tía, tienes que hablar con él. Porque lo que has cantado no son solo letras, y lo sabes
- Ahora no puedo… - susurro, incapaz de moverme.
Ninguna de las dos dice nada más. Soy consciente de que Evie tiene razón, pero no encuentro el valor todavía para hacerlo.