Pensaba que ya había tenido suficiente con la primera canción, pero resulta que Evie la vuelve a sacar de nuevo al escenario. Parece más segura que antes, pero sé que está un poco nerviosa. Veo en la pantalla el título: Get outta my heart de la misma cantante que la vez anterior. Se me erizan los pelos de los brazos cuando empieza a cantar – al principio con calma, luego con más fuerza – ya que cada palabra que sale de su boca me sienta como un puñetazo en el estómago. No puedo evitar preguntarme si realmente la canción va dedicada a mí, pues literalmente la canción habla de sacar a alguien de su corazón.
Cuando llega al estribillo, su voz se llena de rabia, ¿y puede que también de miedo? Lo que siento me resulta tan insoportable que, sin pensarlo dos veces, salgo del local sin mirar atrás. No porque no quiera escucharla, sino porque me da miedo lo mucho que esa canción me está diciendo sin que ella lo sepa.
Ya fuera, el aire me golpea en la cara y respiro hondo. Mientras, su voz sigue resonado en mi cabeza como un incendio imposible de apagar: “Get outta my head, get outta my car, get outta my heart”. Sin embargo, yo no quiero salir de su corazón, sino quedarme, aunque ella piense lo contrario.
Tan enfrascado estoy en mis pensamientos, que no sé cómo termina la canción, pero estoy seguro de que ha vuelto a conquistar a todos. Porque a mí…me ha descolocado totalmente.