Mid [#2 Aberrantes]

Capítulo 14 ~ Bossy

Andron continuaba viendo a su amiga. Blue Velvet alzó la mirada y seguido de esto, su cuero comenzó a levitar, se desprendía del suelo y continuaba subiendo con lentitud. Las chispas, la corriente eléctrica que la envolvía se volvían cada vez más descontrolada. Ella observaba el cielo con asombro.

—No puede ser —murmuró Andron sin dejar de ver como su cuerpo iba abandonando la tierra cada vez más, no sabía cuál iba a ser su límite pero tenía que estar al tanto para cuando cayera.

Si iba a dejar sus poderes por unos minutos, entonces iba a caer en picada. Como un ave a quién le disparan en medio vuelo.

El silencio se había esfumado cuando el repiqueteo de unas cuerdas se acercaba en su ubicación. Andron reconocía ese sonido, vio detrás del muro, escondiendo parte de su cuerpo, como el tanque de la otra vez estaba moviéndose en su dirección. El vehículo era color verde y una estrella portaba en sus costados. Las tracciones de oruga se movían sin detenerse barriendo las cenizas que habían caído en la tierra, incluso las fracturas que había sufrido la autopista no lo detuvo.

Incluso a su distancia podía escuchar los motores, sentir el vapor que este emanaba. El sonido de como movían la caña de cañón en dirección a Blue Velvet.

—No —murmuró Andron.

No tuvo tiempo de pensar, tenía que actuar de la única manera que él sabía. Siendo un chico dulce.

Corrió hasta llegar al tanque, subió por la base de soporte de la antena, escaló hasta llegar a la escotilla del ametrallador, continuó y logró llegar a la cima. En la escotilla del jefe de carro.

Tocó repetidas veces que para una persona normal eran solamente 2 segundos. La escotilla giró y se abrió revelando a una persona que portaba un casco. Su mi rada de asombro era inverosímil. Andron le propinó un golpe en la barbilla. Viniendo de un velocista era más que un golpe, la velocidad del puño iba a 1000m/s, era casi la velocidad de una bala. Ese golpe bastó para dejarlo inconsciente.

Ya no habría más obstáculos hasta que ella hiciera lo suyo. atolondrarse

Andron colocó una mano en su frente para poder ver a Blue Velvet sin que el sol la bloqueara. A ese punto ya no podía distinguirla del todo, no era más que un punto azul, se detuvo. Andron frunció el ceño y notó como las chispas comenzaban a atolondrarse más y más, como empezaban a desprenderse de su cuerpo. Las nubes comenzaron a juntarse unas tras cubriendo el sol y luego a ella, todo de ella había desaparecido y un cúmulo de nubes comenzaron a rodear los cielos de Acrisea.

Esta vez hubo puro silencio. El silencio sepulcral los volvió a abrazar, a toda la ciudad entera.

Al cabo de unos segundo un rayo golpeó contra Acrisea, no dio contra el asfalto, dio contra una muralla, una muralla invisible que los rodeaba.

Andron cubrió sus ojos de que la luz cegadora no lo dejara turbado.

Los rayos seguían cayendo pero no era un domo el que los cubría, en sí, los rayos estaban creando una case de campo que cubría toda la ciudad desde el inicio hasta el fin, un círculo perfecto que se acrecentaba y los rayos se propagaban cada vez más, cada segundo.

Las luces de los edificios, los semáforos, incluso las luces de los autos comenzaban a parpadear, las alarmas comenzaron a zumbar y cada artefacto que funcionara con electricidad comenzaba a descontrolarse. Se escuchaban los coches de todo Acrisea y los cortocircuitos. Después de unos minutos de puro barbulla se formó el silencio nuevamente. Las luces se habían apagado y los coches dejaban de zumbar, incluso los rayos dejaban de caer en sus direcciones. Los truenos se detuvieron.

Andron vio el cielo, las nubes continuaban grisáceas encima de su cabeza, pero no veía rastros de Blue Velvet. Necesitaba acercarse más para poder distinguirla.

Corrió.

Decidió correr al edificio más cercano y el más alto. Su velocidad era tal que las leyes de la gravedad no aplicaron cuando corrió por las paredes del edificio, la única forma de llegar más rápido hacia su destino. Escaló el rascacielos por fuera y llegó hasta la terraza, seguía observando el cielo con perspicacia.

Un punto comenzó a caer del cielo, al principio Andron la confundió con un ave, pero era imposible que un pájaro cayera en picada de esa forma sin detenerse. El objeto seguía cayendo desde las alturas y mientras más caía más grande era. Si era ella, pero no estaba usando su traje azul distintivo.

Andron dio pasos atrás, esperó el momento exacto para hacer su jugada, Lissa seguía cayendo entre el rascacielos donde se encontraba Andron y otro edifico, Andron corrió con sus mayores fuerzas y saltó.

Al igual que Lissa estaba por los aires pero esta vez él tenía una noción de lo que estaba haciendo. Una vez que ambos cuerpos se encontraron Andron tomó a Lissa en brazos y la sostuvo con fuerzas. Andron continuó cayendo pero en dirección al edificio continuó. Una vez que sus pies tocaron el suelo corrió para no perder el equilibrio, frenó al asegurarse que los dos estaban a salvo.

—Hola —murmuró Andron con una sonrisa.




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