Mid [#2 Aberrantes]

Capítulo 38 - ¡Afuera!

Scorpion se encontraba de pie frente a la ventana de cristal del apartamento. Estaba pasmada, boquiabierta y no quería admitirlo, pero estaba un poco aterrada. Las calles continuaban a oscuras, incluso la luna no hizo presencia entre la penumbra.

Lograba escuchar gritos, golpes secos, llantos. Esto no era lo que quería.

Una pequeña luz comenzó a nacer por la calle y notó que había fuego. Estaban creando un incendio, o desvalijando, creando revuelos. La cadena de los Aberrantes se había cortado, nada los detenía. No podían llamar a la policía, no había señal, estaban incomunicados, no podían usar la App para grabarlos y acusarlos, los teléfonos no funcionaban. Ni siquiera los relojes.

Y solo habían pasado horas desde el pulso electromagnético.

Ellas no habían hecho nada, solo habían guiado a Andron a MID, solo hicieron eso y de la nada, la ciudad se volvió un caos. Había explosiones, minas que explotaban por las calles como si de Vietnam se tratara. La tierra de no hombres. La luz se fue y el tiempo se detuvo.

Fue todo lo que vivió ella en la comodidad de su apartamento.

—¿Quieren mostaza en su emparedado? —preguntó Shape.

Ella estaba en la cocina preparando la cena. No tenían luz; sin embargo, había prendido una vela para iluminar el escenario.

—No —respondió Deanna con su habitual hilo de voz—, gracias.

Deanna leía un libro recostado en el sofá con una pierna encima de la otra. No se tomó las molestias de despojar sus botas largas, aún podía leer con la máscara puesta y eso les desconcertaba a ambas chicas. Scorpion le perdía en su asimismo viendo la destrucción de las calles ante sus ojos.

—Todo esto es un desastre —murmuró Scorpion negando con la cabeza.

Murmuró lo suficientemente alto como para ser escuchada por Shaper y Deanna.

—¿Escucho a alguien retractándose? —preguntó Deanna cerrando el libro en sus manos.

Shaper abrió los ojos como platos. Si esta mujer era tan peligrosa como se veía, lo mejor era mantener el perfil bajo y continuar con sus comandos.

—No, Deanna —respondió Shaper terminando de preparar la cena sin apartar su mirada de su compañera—. Estamos bien así.

—No, no lo estamos —Scorpion se alejó del ventanal—, hay una multitud allá afuera y todo es un desastre. Están peleando y si siguen así no va a haber nada más que escombros. Esto no era lo que quería.

Deanna se levantó del sofá apaciguadamente y dejó el libro encima de la mesa de cristal junto a ella. Giró su cabeza con lentitud y vio a Scorpion, quizás más allá de sus ojos.

—Scorpion —le reprendió Shaper y llevó dos platos de comida en sus manos y otro en su antebrazo. Los dejó en la mesa de cristal—. Estamos bien, no tenemos nada de qué quejarnos ¿Verdad?

—Shaper —Scorpion rechistó—, esto no era lo que queríamos, no así.

—Scorpion —Shaper se acercó a Scorpion a largas zancadas con sus cortas piernas, a veces Scorpion olvidaba que era una niña por su carácter tan fuerte—, ya basta. Esto es lo que queríamos.

—Pero tú dijiste…

—Yo sé lo que dije —la mirada de Shaper parecía desprender navajas de la ira que desprendía—, Sé que quieres a Andron para ti y lo tendrás. Mira afuera, es un desastre, sabe que lo hicimos nosotras, vendrá a ti corriendo en un parpadeo y será todo ¿Vale?

Scorpion tragó saliva. No sabía qué decir, eran 2 contra 1, Deanna no decía nada, pero su mirada explicaba todo, sus acciones corporales. Scorpion asintió.

—Bien —respondió su compañera de cabellos dorados—, ahora toma un emparedado y come. Ya hablaremos de esto.

Scorpion fue a la mesa con vacilación. Sentía la mirada de Deanna siguiéndola, haciéndola estremecer.

—¿Cuál es el siguiente paso? —preguntó Scorpion.

Shaper relajó los hombros, no había notado su propia tensión.

—Ya todo está hecho —habló Deanna y se colocó de pie—. Acrisea es un desastre, como dijiste, cenizas. Obtuve mi parte del trato y ustedes la suya.

—Espera ¿Qué? —Esta vez fue Shaper la resignada.

—Desataron una cadena de dominó y si las piezas siguen cayendo como van, irán por buen camino. Andron estará aquí como dijiste tú —la voz de Deanna no reflejaba ninguna emoción, ni una pizca de asombro, dulzura o maldad—, les temerá porque esto lo crearon ustedes. Él vendrá a tus pies, te los besará y dejará que le chupes su miembro si eso es lo que quieres.

Scorpion se sonrojó mientras tomaba un bocado de su cena.

»Pero les tendrá pavor —Deanna volteó a ver a Shaper—, podrán hacer lo que les plazca si lo desean con amenazas. Pero les advierto, un buen jugador, cuando está ganando, debe tener cuidado de no volverse codicioso porque sus apuestas pueden ir al caño.

—¿Qué significa eso? —preguntó Shaper con un hilo de voz.

—Que ConAbe también existe, no todo debe girar en torno a Andron.

Deanna se acercó a la ventana donde anteriormente se encontraba Scorpion. Los gritos se escuchaban más recios y los llantos no cesaban.




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