Mid [#2 Aberrantes]

Capítulo 49 - ¡Mátala y ya!

—Yo no lo hago —se encogió de hombros—, ella lo hace. Hasta donde yo sé, eras una niña feliz en un orfanato deseando ser adoptada y te dejaste corromper por una niña que estaba triste y perdió a sus padres por su culpa.

—¡Cállate! —gritó Shaper.

—Leí el expediente —Blue Velvet alzó ambos brazos tratando de apaciguarla—, no sé nada de lo que pasó entre ustedes dos, pero solo estoy uniendo los cabos sueltos, diciendo lo que todos vemos cuando las contemplamos. Scorpion, tú tenías una habilidad y era el poder generar veneno con tu cuerpo, luego de la nada puedes crear portales e imagino que es por Shaper.

—Le di un regalo de gratitud —intervino Shaper—, un regalo de gratitud por ser mi amiga y sacarme de ese agujero.

—Pero ella no quería salir de allí, ¿Verdad? —Scorpion fijaba su mirada en esos ojos azules y honestos—. Te iban a adoptar.

—¿Qué? —murmuró Scorpion.

—¡NO!

—Te iban a adoptar —repitió—, los papeles estaban firmados, ibas a ser Verónica Carroll Randall te iban a buscar el mismo día que decidiste desaparecer, pero veo que no lo decidiste tú.

Ahora Twyla era la persona que estaba confundida y aterrada. De sus ojos comenzaron a brotar lágrimas que recorrían sus mejillas, su piel era tan blanca como un papel. Sus manos comenzaban a agitarse y sus piernas luchaban por mantenerla en pie. Viró a su amiga de reojo quien la observaba con ira y desdén.

—Tú… —habló entre dientes—, tú realmente querías impedir que me adoptaran. Me quitaste la felicidad.

—¡Joder! —gritó Shaper. Sus palabras eran más grandes que ella—, ¡Mátala y ya!

—¿Solo porque tú lo dices? —secundó Blue Velvet. Andron continuaba en el suelo admirando la escena—, Si lo haces solo me das la razón. Pero antes de que hagas lo que quieras hacer, dínoslo, dinos ¿Qué es lo que realmente querías? ¿Querías destruir la ciudad?

Scorpion tomó aire como pudo. Sus lágrimas continuaban corriendo por sus mejillas sin lograr detenerlas, sentía el nudo en su garganta, estaba frágil sin saber qué hacer o decir. Rumiaba las palabras que habían salido de Blue Velvet. Realmente no sabía mucho de la vida y lo poco que supo fue gracias a Shaper. Se sentía como un perro grande cuyos dueños solo le enseñaron a pelear contra otros perros y a morder a cualquiera que se le acercara.

—Yo —sus palabras fueron más bajas de lo que había pensado. Tragó su sufrimiento, tomó aire y limpió sus lágrimas con su dorso de la mano, se sentía tan vulnerable y diminuta—, yo no… Estaba enamorada —Bajó su mirada, no podía decirlo ahora con Andron frente a ella. Estaba tan apenada, pero ya nada podía hacerla sentir peor que las palabras que se decía a sí misma—, solo quería captar la atención de Andron. Quería dinero, quería poder costear una casa, un hogar, comida. Estaba en las calles y con el estómago vacío. Me dijeron que la manera más sencilla de salir del hoyo era usar nuestras habilidades y poder robar comida.

—¿Con “ellos” te refieres a Shaper? —Esta vez fue Andron quien habló.

Scorpion vaciló, luego asintió.

—No debes pensar así —Andron se puso de pie y se acercó a la chica con la cabizbaja—, no es tu culpa. Entiendo que necesitabas algo que comer y un techo para refugiarse, pero eso no debe ser tu camino. Puede ser tu pasado, pero déjame ayudarte a que no sea tu futuro.

—Ya es tarde —Scorpion resopló con una risa aun con gotas sobresaliendo—, ya soy una chica buscada por ConAbe y quizás por todos los militares. Di un discurso de cojones que podría haber iniciado un golpe de Estado. Ya es tarde para mí.

—¿Crees que yo era una estrella? —comentó Blue Velvet envalentonada—, por favor, yo mataba gente porque me ordenaban. No somos para nada diferentes, yo también fui manipulada, me lavaron el cerebro. Tengo sangres en mis manos mientras que tú solo robaste.

—Sí lo pones así —Scorpion rió entre dientes y se encogió de hombros. La presencia de Shaper era invisible, no existía—, entonces todos tenemos una segunda oportunidad.

—Pero eso está en tus manos —continuó Andron con una sonrisa de lado—, tú decides si quieres ser parte de algo bueno, o si quieres continuar la vida que tienes.

—No sé por qué quieren salvarlos si ellos solo quieren matarnos —Scorpion se abrazó a sí misma, arrastró las palabras.

—Pensamos en hacer un cambio —Andron se encogió de hombros—, la idea es no ser lo que ellos piensan que nosotros somos.

Blue Velvet observaba a su amigo a sus espaldas. En este punto creía que ya estaba listo para tomar el control de su ciudad, había estado detrás de su sombra con la espera de que algo malo sucediera para intervenir, pero el asunto era que Andron lo había hecho perfecto. Todas sus hazañas fueron limpias hasta que ella entró en su vida, entonces determinó que en este momento ya era momento de soltarlo. Al acabar con este asunto, ella estaría dispuesta a continuar su camino y él con el suyo.

Confiaba plenamente en él.

—Supongo que esto me acercaría más a ti —Scorpion rió entre dientes y dio otro más para acercarse a sus nuevos amigos.

La mirada de Scorpion había cambiado en un parpadeo. Su rostro de felicidad, su calma había sido reemplazado por el vacío. Una mirada perdida que solo Blue Velvet había visto diversas veces, esta vez a ella no le daba placer. Le daba miedo. Andron no sabía qué le había estaba apabullado. La mandíbula de Scorpio comenzó a decaer y unas gotas comenzaron a derramarse en el suelo. Gotas carmesí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.