Miedo a la venganza [1º parte]

Capítulo 12

Logan

Me desperté al día siguiente por culpa de unos golpes. ¿Qué coño pasaba ahora?

Puse los pies en el suelo y caminé hacia la puerta. La abrí sin mirar.

No lo hagáis nunca, ¿vale?

—¿Qué haces aquí?—Ashley estaba plantada en mi puerta. Su boca se abrió en forma de “O”. No la entiendo.

—Eh… yo…yo…

—¿Qué pasa?

—¿Podemos salir a dar un paseo?

—Vale—entré a vestirme y salí en poco tiempo—. ¿Vamos?

Ella asintió. Caminamos en silencio, nadie dijo ni una palabra. La miré, estaba como pensativa, maquinando en su cabeza. ¿En qué estaría pensando?

—¿En qué piensas?—me moría de curiosidad.

—En nada—dijo sin más.

Sabía que me estaba mintiendo, sabía que no quería decirme en lo que pensaba.

—Entonces es mañana—dijo por fin.

—Sí, pero no le des más vueltas, ¿vale?

—No le doy muchas vueltas—dice a la defensiva.

Ella sabía que eso es mentira, no me podía engañar. No a mí.

—Solo te digo que no le des más vueltas porque me has mentido.

—No te preocupes por mí, sino por ti.

—¿Me estás amenazando?

Esto se estaba poniendo interesante.

La gran Ashley Diamond me estaba amenazando. Esto es nuevo.

—Es un aviso, nada más—se mostró indiferente. Sí que se estaba poniendo divertido.

—¿Te acuerdas de todo?

—Sí.

—Pues ya sabes.

—Digo lo mismo. Adiós.

—Hasta mañana

***

Isa, Oliver, Dash y Mónica quedaron para hacer una fiesta en mi casa, porque según ellos, tocaba en la mía.

—Vaya mierda—susurré. No quería que mi casa estuviera llena de borrachos al día siguiente.

No me apetecía nada, en absoluto. Isa está obsesionada con las fiestas. Es una chica muy pesada y agobiante.

—¿Ashley viene?—preguntó Dash.

Vaya tarado, estaba colado por ella. Y no le conviene.

—Ella no es nuestra amiga—espetó Mónica.

Yo no sé cómo Oliver la aguanta.

—Sí que lo es. Ella viene—Isa habla segura.

—Entonces si quieres que venga y sois tan superamigas, ¿por qué no está aquí?—le pregunté. No iba a dejar que la ridiculizaran. Aunque Ashley sabía defenderse sola.

—Le mandé un mensaje, pero no contestó—Dash miró de nuevo el móvil.

Está muy bobalicón con ella y eso me molesta.

No, no es lo que creéis. No son celos, solo quiero que no la desconcentre con los planes. Sólo eso.

—Pues llámala—insiste Isa.

Qué tía más cansina, no se cansa nunca de insistir.

—Estará estudiando. No la quiero molestar—las mejillas de mi amigo rubio se encendieron.

Te has pillado de la persona equivocada, amiguito.

—Que la llames—insiste.

—Joder, si no quiere no insistas. Cómo ha dicho Dash estará estudiando, y no la gustará que la molesten.

Puse el punto final de la discusión. Si no contesta será por algo. Qué cabezonería por favor.

—Me voy.

—Logan, tío. ¿Qué te pasa?

—Cuando os ponéis así me volvéis loco.

Salí por la puerta y cerré de un portazo.

Estaba muy estresado. Necesitaba relajarme.

Ashley

Estaba leyendo un libro tranquilamente cuando llaman a la puerta.

—Hola de nuevo.

—¿Quién eres tú?—le pregunté.

—¿No te acuerdas de mí? Eso me duele, Ash—su cara borrosa no me dejaba ver quién es.

—¿Gatito?

—¿Te refresca la memoria?

La cara de mi ex se vuelve visible. No puede ser.

—¿Qué haces aquí?

—Buscarte.

Me abalancé sobre sus brazos. Hace tanto que no le veía. Le echaba mucho de menos. Sé que es mi ex, pero quedamos en ser amigos, muy buenos amigos porque sabíamos que nuestra relación no iba hacia ninguna parte.

—Y a destruirte.

Mi expresión se paralizó. Eso sí que no me lo esperaba. Me separé y vi su mirada, terrorífica y asfixiante.

—No lo harás.

Mostró una sonrisa sádica. Vale, esto me estaba empezando a dar miedo.

—Ponme a prueba. Sabes que todo lo que me propongo lo cumplo.

Empieza a caminar hacia mí, yo retrocedo. Cada paso que da hacia delante yo lo doy hacia atrás, hasta que me choqué con la pared. Puso su mano al lado de mi cabeza de un gran golpe. Estaba atemorizada, tenía mucho miedo.

—Te ves tan inocente así—se acercó a mí oído y susurró:—. Pero no lo eres.

—Vete.

Él se rio, como si le hiciera gracia.

—Sabes que no lo haré, Ashley. Nada me va a detener.

Un nudo se formó en mi garganta y en el estómago. Creo que iba a vomitar.

—¿Qué quieres de mí? ¿Qué me vas a hacer?—pregunté con un hilo de voz, no me salía. Estoy aterrorizada.

—No te voy a contestar, tigresa. Te voy a matar.

—¡No!

Ya era tarde. Sacó un cuchillo de su chaqueta y me lo clavó en el estómago. La sangre se esparce por la pared, dejándola en un tono rojo carmín. Los ojos me empezaban a pesar.

—Te voy a matar—tosí.

—No lo creo porque tú te estás muriendo primero.

Empecé a toser con más fuerza, con mucha fuerza. Casi me atraganto con la sangre en mi boca, así que se la escupí a la cara. Por lo menos iba a morir a gusto.

—Eres un hijo de puta.

Mis manos empezaron a temblar, ya no podía estar mucho tiempo presionando la herida, estaba débil.

—Lo que tú digas.

Fue entonces cuando caí al suelo. Él se fue, dejándome ahí como si no hubiera pasado nada.

Ya me sentía ida, me sentía débil. Cuando ya no podía más, caí al suelo inconsciente. La muerte me rozaba los talones.

***

Logan

Decidí irme a dar un paseo y despejarme. Estaba muy nervioso. Estuve dando vueltas por el campus durante dos horas o así. Cuando se me cansaron los pies, me senté en el césped.

Cogí el móvil para llamar a Ashley, pero no lo cogió. Bah, estará estudiando o quizá en los mundos de yupi.



#3680 en Thriller
#1891 en Misterio
#1555 en Detective
#965 en Novela negra

En el texto hay: misterio, secretos, amor

Editado: 15.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.