Isabella se sentía exhausta, pronto tendría que rendir exámenes en la facultad, aunque
se tomó una licencia por estudios, en el colegio, pero, aún así, el día le parece dema-
siado corto para cumplir con todas sus obligaciones.
Ella había terminado su educación secundaria en el mismo colegio donde trabajaba,
cuando comenzó a dar clases allí, se encontró con algunas de las que habían sido sus
profesoras, quienes la recibieron cariño y la consideraron como una de ellas, Isabella
había sido una excelente alumna y por cierto muy responsable. Nunca le hicieron pre-
preguntas, ni comentarios sobre lo sucedido con su hermano, a pesar de ser un hecho
conocido por todos, y ella valoró esa actitud de sus compañeros.
Sus alumnos también la querían y respetaban, pero, siempre estaba el que se quería ha-
cer notar y utilizaba la broma o la ironía en forma irrespestuosa, ella recordó, una oportu-
nidad en que fue a dar su clase y uno de los chicos la increpó en el aula
_ profe, usted es abogada
_ no, aún no
_ pero, le falta poco para recibirse, no?
_ asi, es pronto me voy a graduar
_ y tiene título de profesora?
Isabella le sonrió _ que preguntón que estás hoy, pero sí me recibí de profesora
_ ah, bueno, pensé que era una profe trucha, es que me han contado que hay muchas
que dan clase y sólo tienen el secundario y algún curso
_ quedáte tranquilo, que yo nunca haría algo incorrecto
_ no, si yo estoy muy tranquilo, la que segura no lo está, es usted
_ por qué me decís eso? no te comprendo
_ y bueno, creo que nadie puede estar tranquilo, teniendo un hermano preso por ma-
tar a su mujer
Ella se sorprendió, pero, al mismo tiempo pudo mantenerse firme
_ mirá Javier, no tendría que contestarte, porque me estás hablando de una forma atrevi-
da, pero, antes de aseverar algo, tenés que estar seguro de que sea verdad, es cierto,
mi hermano está preso, aunque no mató a nadie, es inocente
_ no lo creo, eso es mentira, mi papá me contó que él la mató porque ella lo engañaba
con otro hombre
_ basta, este tema se termina aquí, y si alguno más quiere seguir hablando de esto lo
hará en dirección
_ sabe profesora, creo que es muy autoritaria, y seguro que ahora querrá mandarme a
examen, pero, yo sólo dije la verdad
_ si estudiás un poco más y mejorás tus calificaciones, no irás a examen, y eso de que
dijiste la verdad, no es del todo cierto y como dije antes esta conversación se terminó.
Los alumnos hicieron silencio al escucharla con voz firme y segura, el chico en cuestión
se sonrió en forma irónica, pero, también guardó silencio y ya no se volvió a mencionar
lo ocurrido.
Mientras recordaba este hecho, Isabella estaba en el estudio, ya había terminado su tra-
bajo y se había quedado pensando en ello, sin darse cuenta que ya había llegado la ho-
ra en que debía retirarse, Clara, su compañera, se acercó a su escritorio con una sonri-
sa
_ey, Isabella, ya terminó tu horario, aquí no te pagan horas extras _ rió la chica
_ oh, no es que me distraje, no miré la hora, ya me estoy yendo
Sonó el timbre del celular de Isabella, y lo atendió
_ hola soy Isabella
_ no me nombres _ contestó Antonio_ te espero en mi auto a la vuelta del estudio
_ de acuerdo, ya salgo
Clara estaba a su lado
_ no quiero parecer indiscreta, pero, tenés novio?
_ no, no tengo, era una amiga, bueno paso al tocador y después me voy
Después de retocarse el maquillarse y ponerse unas gotas de perfume, se despidió de
Clara y se fue, estaba intrigada, era la primera vez que venía a buscarla al estudio.
Llegó a la entrada del edificio, el encargado le abrió la puerta, caminaba rápido, cuando
vio el coche de Antonio, aminoró el paso, no quería que la viera tan agitada
El profesor no bajó del automóvil, desde de adentro le abrió la puerta
_ hola doctor _ dijo la muchacha, no se animó a tratarlo de vos _ me sorprendió donde ire-
mos
_ ya verás, y aquí podés llamarme por mi nombre, como fue tu día de trabajo
_ bien, quizás un poco cansada, pero, me entusiasma mucho aprender todo lo referente al
estudio
_ sí, Barbara me contó que hiciste muchos progresos, y está contenta de poder enseñarte
cada vez tareas más complicadas, así se adelantará un poco más el trabajo
_ la doctora Bárbara es una jefa increíble, y me tiene mucha paciencia, por eso quiero
corresponderle a su confianza, estoy segura que no la voy a desilusionar
_ por supuesto que no, también confio en vos
_ ahora, decíme adonde vamos
_ iremos a tomar algo, tengo algunas cosas que decirte
_ de acuerdo, pero, me muero de curiosidad
Antonio se sonrió, aunque no dijo nada, continuaron el viaje en silencio, hasta que detuvo
el auto, lo estacionó en un garaje y caminaron un par de cuadras, conversaban de temas
triviales, se reían, él se detuvo frente a una elegante confitería y le hizo señas de que en-
trara.
Se sentaron en una mesa junto a la ventana
_ que querés tomar _ preguntó Antonio
_ un capuchino saborizado
El pidió un café sólo, el mozo les trajo el pedido, y después se retiró
_ no sé de que querés hablarme, pero, yo quiero saber que va a pasar con mi hermano,
me tiene muy inquieta
_ soy su abogado, no confiás en mí?, te dije que iba a ayudarlo y es lo que estoy
haciendo
_ pero, cuando será el juicio, sé que no tengo práctica en la profesión, aunque entiendo
de que se trata, y quiero colaborar con vos, decime que puedo hacer y lo haré, me sentí-