Miedo a la verdad

Capítulo 34

Charly se encontraba en su oficina tratando de analizar todo lo que había investigado has-

ta el momento, releía lo escrito en su libreta y escribía nuevos datos, había llamado a Gi-

tano, porque sabía que el tiempo era un tirano, y necesitaba de su ayuda y de sus opinio-

nes para avanzar más rápido y llegar a un resultado positivo. En primer lugar tuvieron que

descartar de la lista de sospechosos al representante de artistas, pero, aún les quedaba

otra posibilidad tenían que ir a visitar a Rodolfo Montero, el director de películas, conocido

de Marcelo, quien a regañadientes, les había dado la tarjeta con la dirección, aunque in-

tuian que se dio cuenta de que le convenía, que hubiera otro sospechoso, para así que-

dar él fuera del asunto.

Salen del edificio, y deciden ir en el deportivo de Gitano, aunque a Charly no le entusias-

maba la idea, de estar a merced de la pasión de su compañero por la velocidad, aunque

era un experto conductor, por suerte era un barrio muy transitado, por donde circulaba

mucho transporte público por lo que no podía apretar a fondo el acelerador, una zona co-

nocida por estar invadida por personas de mal vivir, arrebatadores y punguistas de ambos

sexos.

Empezaba a oscurecer, y había una llovizna desagradable, pronto finalizaría el otoño, lle-

garon a la dirección agendada, se trataba de una casa antigua, pero, el frente conservaba

su color intacto, se veía que hacía poco que lo habían pintado de un rosa fuerte, estacio-

naron el coche, cerca de allí, bajaron, había un portero eléctrico, Charly fue quien lo pul-

só, se escuchó una voz femenina, pero, era inaudible, esperaron, y al rato abrió la puerta

una mujer madura, que aún conservaba su belleza de la juventud, aunque un maquillaje

exagerado la afeaba, les preguntó quienes eran.

_ venimos a ver al señor Rodolfo Montero – contestó Charly -

_ tienen cita? por qué motivo lo buscan?

_ no, no tenemos cita, pero, una amiga nos dijo que estaba haciendo un casting para una

película, por favor, déjenos entrar, necesitamos el trabajo

_ está bien pasen, los voy a anunciar, como se llaman?

_ él es Gitano y yo Charly

La mujer los miró, como examinándolos, se sonrió, le había gustado lo que vio, los condu-

jo hasta una pequeña sala de recepción sólo había un sólo sillón  y algunas sillas bara-

tas, el empapelado de la paredes se había rasgado en algunas partes, el piso de madera

estaba cubierto por una alfombra gastada por el uso.

Al cabo de unos minutos, regresó la señora que los había atendido y los hizo pasar a una

habitación donde se veian algunas cámaras de filmación, nada demasiado sofisticado,

aunque en ese momento no había nadie, sólo estaba el director

_ buenas tardes chicos, que están buscando

_ venimos a probarnos, – dice Charly-  nos dijeron que había posibilidades de actuar en

una película y creo que podemos interesarle

El hombre se sonrió, se sintió importante, alguien lo recomendaba y se explayó

_ así es, voy a dirigir otra película, es decir yo la produzco y la dirijo

_ ya tiene nombre su nuevo film

_ sí, se va a llamar, amores express

Charly hizo un movimiento de cabeza como aprobando el título, le sonrió y le dijo que era

un nombre apropiado.

Era un hombre relativamente joven, llevaba una barbita candado, tenía una mirada lasciva

y una sonrisa cínica, los miraba con atención, los evaluaba

_ no están mal, si los lukeamos un poco, no se preocupen nosotros nos ocupamos de

todo, sólo tienen que seguir mis indicaciones y las del cámara

después se dirigió a Gitano

_ vos sobre todo, tenés un cuerpo bien trabajado, me gustaría verlos con poca ropa

_ mirá, viejo – acotó Gitano – que ninguno de los dos es gay

_ no me mal entiendan, sólo los estoy evaluando para poder incorporarlos a la película

_ y que te parece, estamos aprobados? – preguntó Charly – eso sí, si nos contratás

tenés que aceptar el combo, somos inseparables

_ tienen alguna experiencia, participaron en un video o en una película?

_ ah, - dice Charly- no sabíamos que para participar de estas películas baratas, se nece-

sitaba experiencia

Rodolfo dejó de sonreir y cambió su expresión

_ quien los envía, como llegaron a mi estudio

_ nos recomendó una amiga, que vos conoces

_ qué amiga, como se llama?

_ Carla – dijo Charly para observar su reacción

_ quienes son, ustedes no vinieron por la película

_ que perspicaz, por qué no nos contás que sabes de Carla, tenemos entendido que la

chica estuvo por aquí buscando trabajo

_ ustedes no son policías los reconozco en cuanto los vea, por qué me preguntan por esa

muchacha, es una pena lo que le pasó, pero, yo sólo sé lo que dijeron las noticias, que la

mataron y que su asesino está preso

_ de acuerdo, somos detectives privados y queremos conocer a las personas que se vin-

cularon con ella

_ pero, que sentido tiene, ya detuvieron al culpable, de que se trata?

_ las preguntas las hacemos nosotros, pero, te aclaro no creemos que él la haya matado,

y queremos saber la verdad

_ quién les habló de mí, porque no creo que haya sido Carla

_ bueno, no importa quien fue, estamos aquí,  nos vas a contar como conociste a la

modelo y que pasó con lujo de detalles

_ por qué tengo que hablar con ustedes, si la policía nunca me citó

_ porque nosotros somos más listos que la policía y te descubrimos, y porque si no coo-

perás vamos a investigar este estudio, lo mínimo que puede pasar es que te lo haga-

mos cerrar



#4813 en Thriller
#2692 en Misterio
#1874 en Suspenso

En el texto hay: intriga y romance, suspenso

Editado: 19.03.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.