Miedo a la verdad

Capítulo 2

Andy estaba recostado sobre el mísero catre, en la pequeña celda, pensaba con dolor en

Carla, la mujer a la que amaba, pero, que ya no estaría más en su vida, nunca más. Estaba

muerta, y él acusado de matarla, sentía que nunca dejaría de amarla, a pesar de todo. Recordó

aquel momento en que la conoció. La muchacha era modelo de la agencia, donde Andrés era

fotógrafo, su rostro era de un belleza exótica, tenía algo que a él le fascinaba, una mirada

angelical, y esa sonrisa de niña traviesa, su cuerpo era armonioso y podría haber hecho una

carrera importante, si realmente le hubiera interesado.

Andrés trabajaba de forma independiente en esa agencia de modelos, al verla se sintió atraído

por ella.

Estaban en el barcito que había dentro de la agencia, la miró profundamente y sintió que se

internaba en esos inmensos y tristes ojos negros.

_ como te llamas, nena te dijeron alguna vez que tu rostro no es perfecto, pero tiene la belleza de

la imperfección.

_ que me decís, querido, que soy fea, o algo por el estilo, nunca me dijeron nada tan ofensivo.

_ no, por favor no quise molestarte, al contrario, me gusta tu rostro, es más, es exactamente lo que

estaba buscando, la profundidad de tu mirada, tu boca grande pero, bien formada, tu cabello corto,

casi varonil, y sexy a la vez, tu sonrisa graciosa y tu no intencionada seducción.

_ quien sos, de donde saliste, porque me decís estas cosas, sé más directo.

_ Soy Andy el fotógrafo de la agencia, y quiero proponerte que seas mi modelo, en forma indepen-

 diente de tu trabajo aquí, te interesa.

_ ah, hola, soy Carla, y en cuanto a tu oferta tendría que pensarlo, pero, desde ya te digo, que no

me gusta este trabajo, ser modelo no es mi meta en la vida, es solo circunstancial.

_ que pena, podrías hacer una linda carrera, tenés todo para triunfar, pero, decime que es lo que

te apasiona, ya lo pensaste, que es lo que querés ser?

_ Sí, quiero ser cantante, estoy estudiando en una academia de canto, ese es mi sueño, aunque

quizás no tenga el talento natural, pero, me estoy esforzando, también me gusta la actuación,

no sé, aún no me decido, tal vez me incline por la comedia musical. Creo que tendría que en-

contrar a alguien que me ayude a encontrar mi vocación y a iniciarme en ello.

_ me gusta tu sinceridad, pero, mientras estés con nosotros podés contar conmigo, y si puedo

ayudarte lo haré con gusto.

­ _ gracias, pero, no creo que puedas ayudarme, porque aún no sé que es lo que quiero para mi

vida.

_ de acuerdo, dame una oportunidad y después de un tiempo volveremos a hablar de todo esto,

que te parece?

Carla se convirtió en su modelo, hacía bien su trabajo, pero, pronto notó que su actitud no era

natural, sino algo forzado y esto le quitaba espontaneidad a las fotos y aunque sabía que esto

perjudicaba su trabajo, se las arreglaba para que con su talento y su propia pasión por la fotogra-

fía  todo se equilibrara y pudiera convertirla en una buena foto. No quería deshacerse de ella y

trataba de incentivarla, de trasmitirle ese amor que ponía él en todo lo que hacía, le enseñaba, la

aconsejaba y probaba en distintos ámbitos, lugares que pudieran motivarla, pero, tuvo que

reconocer, que eran muy distintos, ella no mostraba pasión por lo que hacía, se dejaba conducir

por él, pero, no le interesaba mejorar, , en la agencia era respetada por su trabajo, pero, lo que

necesitaba Andrés era otra cosa, no algo mecánico, sino ver reflejada en las imágenes, sus

emociones, ese angel, que la destacara, pero, su esfuerzo, era en vano.

Un tiempo después abandonó las clases de canto, pues, su profesor nunca pudo lograr que

cantara en forma adecuada, su voz era armoniosa y cálida pero, no seguía las indicaciones

que se le daban, así, que el profesor se cansó y sin miramientos le dijo, que nunca sería una

buena cantante, que no lo intentara siquiera, sería un fracaso.

Nunca se lo contó a Andrés, sólo le dijo que se aburría mucho y que de todas maneras le sirvió

para darse cuenta de que no era su vocación, que lo que ella quería era ser actriz. Andy se en-

teró de lo ocurrido al encontrarse con el profesor de canto, pero, le quitó importancia, y volvió a

insistirle en que se involucrara más en el modelaje, pero, ella indiferente y sin prestar atención a

lo que él le decía, le soltó muy convencida que ya encontraría a algún director de teatro que viera

su talento y la hiciera triunfar, y quizás, hasta podría llegar al cine.

_ claro, por que no, Carla, sé que podés lograrlo si realmente es tu deseo, pero, tenés que escu-

charme, estudiá teatro, si es que te gusta, todo será más sencillo y duradero, pués podés en-

contrar a alguien que te convierta en estrella por tu atractivo, pero, si no tenés talento, ni condi-

ciones, tu estrellato durará poco tiempo.

_ quizás, tengas razón, y a lo mejor te hago caso, pero, creo que todavía no estoy lista para em-

pezar algo nuevo. Me gusta divertirme, disfrutar de la vida, bailar, y, no me llevo bien con el sa-

crificio, dedicar tiempo al estudio, gano bien y tengo buenos amigos con los que me divierto, por

el momento mi vida es como quiero que sea.

_ te recuerdo que fuiste vos la que dijo que no estabas a gusto con tu trabajo, que querías otra

cosa para tu vida, pero, decime, hace tiempo, que nos conocemos y que trabajás para mí, y no

sé nada de vos, con quién vivís?

_ vivo con mi hermana, es mayor que yo.

_ y tus padres, Carla.

_ no me gusta ponerme melancólica, mis padres se divorciaron hace muchos años, yo tenía siete



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En el texto hay: intriga y romance, suspenso

Editado: 19.03.2022

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