Miedo al fracaso [2º parte]

Capítulo 16

Ashley

Siento cosquillas en los pies. Me encojo mientras me entra la risa tonta.

—Isa para, sabes que no me gustan las cosquillas—me retuerzo.

—Es bueno saberlo—espera. ¿Desde cuándo Isa tiene la voz grave?

—No. Para. Vas a despertar a Isa—me tapo la cabeza con el edredón, pero me lo quitan de un tirón.

—¿En qué momento me he perdido que duermes sin pantalones?—su tono burlón me enfada.

—Te has perdido muchas cosas mientras no estabas—miro el móvil. Las siete de la mañana.

—Pero me compensa verlo—se ríe—. Levanta, fiera. Nos perderemos el amanecer.

—¿Cómo?—me levanto de la cama.

—Que te vistas—me mira de arriba abajo—Me gustaban más tus bragas de ositos.

—No seas asqueroso y vete fuera—le señalo la puerta.

—Vamos, fiera, ya te he visto desnuda unas cuantas veces—me mira con intensidad.

—Largo—me visto con las mejillas más rojas que un tomate.

Obviamente no se va, pero yo quiero ver mi amanecer. Cojo las llaves de mi casa y salimos sin hacer ruido para que Isa no se despierte.

Me monto en su coche y nos vamos al césped del campus, parece que ha pasado mucho tiempo desde que pisé este sitio.

Me tiro al césped limpio para ver como la negrura del cielo desaparece, dando lugar al bello color del sol.

—Oliver me ha dicho que Dash se ha ido a vivir con su madre—dice sin mirarme, clavando la vista en el cielo anaranjado.

—¿Por qué me lo dices?

—Es tu novio, mereces saberlo.

—No sé a qué estás jugando, Logan—confieso—. Me lo dices así.

—¿Y cómo quieres que te lo diga?

—Me hubiera gustado enterarme por mi novio, la verdad.

—Te he hecho un favor porque no te lo va a contar—se indigna.

—¿Por qué me lo has dicho?

—Ya me lo has preguntado antes, Ashley. Solo, déjalo, ¿vale? Solo quería que lo supieras porque ese mierdas no te merece.

Mi corazón empezó a latir con más fuerza de la normal. Que me lo contara fue bonito, pero con Logan no hay momentos bonitos si no es para su beneficio.

—¿Por qué se ha ido?

—Porque es un cobarde—dice sin apartar la mirada de mis ojos.

—¿Por qué lo odias? No lo entiendo, pensaba que era tu amigo.

—Se llama paripé.

—No te creo—bueno, no sabía qué pensar en ese momento.

¿Dash se había ido de verdad? ¿Sin decirme nada? No le creo.

—No me creas, pero yo no miento.

—Sí me mentiste cuando me dijiste que me querías.

—No estaba mintiendo.

Dash

Me fui a casa de mi hermana odiosa unos días para ver a mi madre y a mis sobrinos. Ya que mi novia no quería ni verme, me fui sin decirle nada. Si ella no me daba explicaciones, yo menos. Mi orgullo herido me hace sentir gilipollas, y que una idiota me lo destruya, en especial mi novia, me cabrea.

Hay veces que me pregunto el porqué de mis sentimientos hacia ella. A lo mejor ya se ha cansado de mí, o simplemente me la ha jugado desde el principio. Quiero pensar que no es eso porque mi Heidi no es así, mi novia puede ser terca, pero no una hija de puta. La conozco y sé que es capaz de putear, pero sin pasarse.

Mi mente me la juega cada vez que me calmo, porque me imagino al cabrón de huidas y a mi novia en mi cama. Entre esos dos ha pasado algo y pienso averiguarlo, y no es negociable por mucha insistencia de mi madre. Dice que soy muy posesivo para esas cosas, y que Ashley está enfadada por eso, por mi estupidez de pensar “Oye, esos dos están liados”. Mamá dice que estoy paranoico, que Ashley no es capaz de ponerme los cuernos con cualquiera, pero ese cualquiera es un follador de la pradera. Es el loco, por favor.

—Esa niña no es así, hijo, pero piensa lo que quieras, me desesperas—mi madre se va.

No le entra en la cabeza que no es lo que ella dice, yo conozco a mi novia y sé que antes se veía mucho con Logan.

¿Les perseguía?

Sí.

¿No les quitaba el ojo de encima?

También.

Cuando Ashley se escapó del hospital dijo que se fue con sus tíos, pero estaba en casa de Logan, además me acuerdo perfectamente las miradas que se lanzaban. Cuando se suponía que se iba con unos amigos nuevos, se fue con Logan a un pueblo de mierda a pasar unos días románticos. He de decir que a Logan no le pega la palabra “Romántico”, es de todo menos eso.

Es un hijo de puta, un cabrón baja bragas que solo le interesa las noches locas y levantar novias a los amigos para luego dejarlas tiradas y hacer como si no hubiera pasado nada, pero él nunca ha sido mi amigo.

Él es mi objetivo.

Yo prometí una promesa.

Y su cabeza estará en la mesa de mi jefe.

Ashley

Pasó una semana desde la última vez que vi a Dash. Llevaba horas sin llamarme o tan siquiera mandarme un mensaje. Y con mi orgullo no juega nadie. No me hace un novio que pasa de mí como de la mierda.

La verdad era lo que menos me importaba ahora. Lo importante aquí es Isa que no para vomitar, cada vez que se levanta del suelo, vuelve a sentarse para echar la pota otra vez.

Coge un clínex y se limpia la boca. Su cara pálida me indica que quiere volver a vomitar.

—Échalo todo—le digo sin soltar su pelo.

Nos tiramos ahí un buen rato hasta que se calmó, la llevé a la cama y se durmió en un momento. Me fui al salón a ver la tele, pero no duré mucho porque me quedé frita en el sofá.

***

Mi hombro se agita con rapidez.

—Ash…

—¿Qué pasa?

Me levanté con rapidez al ver a Isa blanca.

—Está Marc y no quiero que me vea así. ¿Te importa decirle que no estoy?

La expresión de su cara me lo suplica, me lo ruega.

—Escóndete en mi cuarto y cierra la puerta. No salgas en ningún momento, ¿entendido?—asiente, yéndose sin hacer ruido.

El timbre vuelve a sonar de nuevo.



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En el texto hay: asesinatos, amor, suspenso

Editado: 25.07.2023

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