Miente hasta que te lo creas

18.Receta para el desastre

Alguna vez vieron esas películas de terror donde viene el psicópata dispuesto a matar a su víctima?

Pues yo estaba viviendo mi propia historia terrorífica, y saben que es lo más gracioso? Pues que daba con el estándar de la primera víctima, ya que era rubia y todos sabemos que a la primera que matan es a esas chicas.

No es por alardear pero, creo que estoy en condiciones de decir que mi coeficiente intelectual era un poco más alto que el de esas mujeres. Algunas veces y para lo que yo quería , porque cuando se trataba de elegir a la persona correcta de la cuál enamorarme, tenía que admitir que no tomaba las decisiones más acertadas.

Me preguntaba que se les había pasado por la cabeza a mis padres para aceptar esa propuesta a la cena. Por supuesto que no podía decirles que hacer con sus vidas , ya que eran personas adultas y sabían lo que hacían.

La mayoría de las veces.

Pero no es como si fuese a decirles:

-Oigan papá, mamá, creo que no deberíamos ir a aquella casa.

Porque claramente arrancarían con esos interrogatorios tan propios de ellos, que no estaba en condiciones de soportar, ya que tenía otras preocupaciones en mi cabeza.

Por ejemplo , mi fallida conversación reciente con Jeremy, la que empecé con la mejor de las intenciones, pero que terminó de la peor forma.

Me preguntaba que es lo que había pasado para que se comportara así conmigo.

Volví a mi habitación con el café que se había enfríado, y la verdad es que aún no entiendo como no fue que la taza no cayó al piso ante esa , hago una acotación aquí para dejar en claro que hablo sarcásticamente, “””buena noticia”””.

-No sé si luego de nuestra pequeña charla te importe esto que te voy a decir pero esta noche cenaré con tu ex. Deséame suerte. Si soy lo suficientemente afortunada alguna de las dos terminará con un cuchillo enterrado en alguna parte de su cuerpo.

Envié el mensaje y me dirigí a la ventana de mi habitación mientras tomaba la bebida que solía ser caliente hace unos momentos atrás.

Si había algo que me daba mucha paz, a pesar de que odiaba estaba época del año que estaba comenzado , era ver como caían las hojas.

Ver como mutaban de calor y el viento las arrastraba al piso, generaba en mí una sensación extraña.

Observarlas allí, descansando en el suelo,una sobre otra me daban ganas de ir corriendo hasta donde estaban y saltar sobre ellas , desordenándolas aun más.

Era algo que hacía cuando era pequeña.

Creo que esa era la razón por la que lo hacía de vez en cuando , en especial cuando nadie estaba alrededor para mirarme.

Cuando ya no había más nada de café en la taza , me dispuse a observar la borra de la misma.

Me hubiese encantado ser de esas personas que juran que tienen la habilidad de leerla y adivinar el futuro.

Podría ser un engaño del tamaño del ego de Raven, es decir , uno abismal.Pero tal vez saber lo que me deparaba el mañana sería bastante bueno en estos momentos.

Aunque fuese una mentira.

Después de todo es una mentira la que me llevó hasta aquí , o no?

Dejé la taza en mi escritorio y fui a mi ropero. Necesitaba encontrar un conjunto de ropa que hiciese morirse de envidia a mi querida ex mejor amiga. Pero primero lo primero, necesitaba un baño de espuma para calmarme.

Sentía que mil hormigas recorrer mi cuerpo. Y eran causa de la anticipación, del que podría llegar a pasar.

Porque muchas  cosas podrían pasar aquella noche.

Podría ser una noche muy buena en la que Raven y yo dejaríamos a un lado nuestro odio , solamente para hacer felices a nuestros padres.

Podría pasarla bien en aquella casa en la que tanto tiempo pasé.

Pero también podrían pasar otras cosillas.

Por ejemplo, Raven podría decirles la verdad a nuestros padres y me expondría como la impostora que era.

Apostaba  todo lo que tenía a que eso era lo que podía pasar.

Ya que si nos ponían a Raven y a mí bajo el mismo techo , aquello era una receta perfecta para el desastre.

Por suerte lo tenía a Matt.

Casi había olvidado que él estaría allí. Tal vez la noche no estaba del todo perdida.

Mientras me enfocara en pasar el tiempo con él , nada saldría mal.

Repetí eso en mi mente a la misma vez que enjabonaba mi cuerpo y jugaba con la espuma que me envolvía.

40 minutos más tarde ya estaba lista para meterme en un vestido gris que se ajustaba en mi cintura, dejando todo suelto debajo y bien apretado arriba.

Si había algo con lo que no podía competir Raven, era con eso. Podría tener un cuerpo de infarto,pero habían algunas cosas que le faltaban y a mi no.

Debía tener algo a mi favor, o no?

Me puse un maquillaje liviano en mi cara y una hora más tarde luego de que había metido a mi cuerpo en la tina , estaba en camino a la casa de mi enemiga.

Cuando llegamos a su casa, que recuerdo alguna vez cuando era pequeña haberla confundido con un castillo, tuve que sujetarme del brazo con mi madre con cuidado para que notara que estaba tan nerviosa .

No podía explicárselo nunca.

El timbre sonó dos veces y Jessica salió a recibirnos.

Me llamó la atención que fuese ella quien apareciera en la puerta y no una de las amas de llaves.

Tal vez algunas cosas habían cambiado aquí desde la última vez que estuve.

-Pasen.Todos están en la sala de estar junto al fuego-dijo con una gran sonrisa en el rostro.

Una que era bastante parecida a la de Raven. Era el calco de su madre.No había duda de ello.

Ella tenía razón. El padre de Raven estaba allí junto a Raven y Matt hablando animadamente.

Los hombres de la familia se levantaron gustosos a saludarnos, no puedo decir lo mismo de la hija pródiga.

Solo se limitó a sonreírle a mis padres y Mona. Respecto a mí , me dedicó una sonrisa falsa pero su mirada no coincidía con esta.




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