Miente hasta que te lo creas

19. Una propuesta inesperada

Mis ojos se llenaron de lágrimas inmediatamente. Como por arte de magia.

La persona que dijese que estaba exagerando, estaba en lo correcto, pero no podía manejar mis emociones cuando de Jeremy se trataba.

Más aún cuando sabía que con mi comportamiento le había hecho daño. Nunca me perdonaría por ello.

-Me disculpas? Debo ir al baño-intenté disfrazar mi tristeza para que Matt no sospechara de nada.

-Ve tranquila, pero regresa por favor. Necesito demostrarte que todavía soy bueno en esto.

-Lo haré-le dí una sonrisa antes de salir disparada de allí.

Caminé lo más rápido posible hasta el cuarto y cerré la puerta detrás de mí , asegurándome de que la había trabado bien para que nadie entrara.

Mis manos temblaban como si me hubiesen encerrado en un lugar cubierto de hielo. Procuré mantenerme lo más alejada posible del retrete.

Lo último que necesitaba luego de este día que ya pasaba con creces de ser asqueroso, era que mi móvil tuviese una trágica muerte y terminase allí dentro.

Sería un cierre de oro .

Marqué el número de Jeremy una y otra vez . Pero nada.

Me llevó 5 veces al buzón y eso era una clara señal de que él no quería hablar conmigo.

Lo había lastimado.

Y si no lo había hecho , mínimo lo había molestado y bastante.

Ambas cosas eran igual de malas.Porque cuando Jeremy estaba enojado o triste, no era algo que pasara rápidamente. Usualmente eran necesarios varios días y alguna que otra muestra de arrepentimiento para demostrarle que lo sentía realmente.

La última vez me costó todos mis ahorros del verano demostrarle que estaba apenada por lo que le había hecho , luego de nuestra pelea por algo que era tan absurdo que no puedo recordarlo.

Esta vez, por otro lado, estaba segura de que lo recordaría

Él pensaba que estaba en una cita.Pero esto distaba demasiado de ser una cita.Solo éramos dos amigos pasando el rato. Yo le había dejado muy en claro a Matt que no estaba interesada en él de esa manera.

Pero si era para mí, un gran amigo.

Con el que había recobrado un viejo vínculo, solo eso.

Aún no sabía como haría para hacerle entender eso a Jeremy.

Me senté en el piso apoyando mi cabeza contra la puerta.No podía creer como podía haber sido tan ingenua para confiar en que Raven no haría nada para arruinar esta noche y dejarme en ridículo.

Un golpe seco en mi puerta me sacó de mis pensamientos.

-Querida la cena está lista.-dijo una voz del otro lado.Y era ni más ni menos que de ella.

-No puedes irte? No te parece que ya hiciste suficiente por hoy?

-Lo siento.Pero no crees que él debía saberlo?

-Vete.-grité.

-Está bien , me iré. Pero  apúrate o tu cena se enfriará y no querrás que sea yo quien dé las explicaciones del porque no estás acompañándonos con tu grata presencia.

Una vez en su vida decía algo con lo que estaba de acuerdo.

Me miré en el espejo que colgaba de la pared y revisé cautelosamente mi rostro para asegurarme que no había ningún indicio de que había estado llorando. No estaba de humor para dar explicaciones.

Porque por supuesto que había llorado.

Si alguna vez me daban un premio , debía ser por mi excesiva sensibilidad.

Me dirigí al comedor y puse mi mejor cara de “no ha pasado nada y estoy agradecida de estar aquí”.

Cuando no lo estaba.

Me senté al lado de Matt y solamente dejé que las cosas fluyeran naturalmente , enfocándome en lo que nuestros padres hablaban.

De esa forma podría olvidar la sucia jugarreta que Raven me había hecho.

Y de la que juraba que me vengaría.

Me dejé llevar por la conversación entre nuestros padres.

Sobre el trabajo .

Sobre recuerdos.

Sus épocas juntos

Y cuando éramos pequeños.

A lo que siempre llevaba a cuando Raven y yo éramos inseparables.

-Recuerdan esa vez que tuvieron la idea de ser niñeras del pequeño Miles O’Malley?-dijo mi madre.

-Cómo olvidarlo-agregó Jessica.

Miles de comentarios surgieron luego de ese comentario. Que se vieron interrumpidos por una propuesta que vino del Frank.

-Sabes, estaba pensando en algo.Hanna , no estarás buscando un empleo para estas vacaciones?-me miró sonriendo.

-Claro,estoy ahorrando dinero para la universidad.

-Pues, estoy buscando una asistente en mi oficina, por el momento sería una pasantía y no tendrías más que atender teléfonos y sacar copias, pero es buena paga.

La sorpresa invadió mi rostro , el de mis padres y el de Raven.

-Pero papá- exclamó evidentemente furiosa ante lo que había dicho su padre-Me la habías prometido a mí.

-No te hace falta-respondió este sin darle demasiadas vueltas al asunto.- Qué dices , Han?

No lo pensé dos veces.No había nada que pensar, aquí estaba mi venganza por lo de recién.

-Lo haré gustosa. Cuando empiezo.

-Este lunes te viene bien?

-Perfecto-sonreí llevándome un bocado del pato a la naranja que nos habían servido.

En ese momento podía sentir que el aire se podía cortar con un cuchillo. Si había algo a lo que Raven no estaba acostumbrada era a no obtener lo que ella quería.

-Si me disculpa-dijo levantándose de la mesa- Me iré a mi habitación. No me siento muy bien.

Yo sabía la razón de su malestar. Le había quitado algo que ella contaba con que era suyo, y no podía estar más feliz.

Por una vez en su vida había obtenido un poco de su propia medicina.




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