Mientras duermes...

Mientras duermes...

-Olivia, ¿Estás segura que quieres ir?.

-Si, Sidney te lo eh dicho muchas veces.

-Pero... ¿Y los rumores?.

-Son puros cuentos.

-Bien, pero prométeme que te cuidaras.

-Es una promesa.

-De acuerdo entonces vete antes de que me arrepienta...

Aborde el autobús con rumbo a New York.

Asistiría a una universidad con la que siempre soñé, debo decir que es muy prestigiosa.

Hace 2 meses me aseguraron mi lugar ya que este año no hubo muchos candidatos.

Debido a un rumor que se cuenta, se dice que una chica se suicido en aquellos campus por una infidelidad de parte de su novio y cuando duermes se aprovecha para matarte.

La verdad yo creo que son puros cuentos yo solo vine a terminar mi sueño e irme a otro lugar.

Mi mejor amiga, Sidney estaba preocupada ya que ella si creía en los fantasmas.

-Puras patrañas_ fue lo que dije.

Pero debo decir que estaba algo inquieta ante éso.

-Señores pasajeros, hemos llegado a su destino- dijo el conductor.

Estaba frente a frente con esa hermosa construcción.

- Papá eh cumplido con mi promesa_me dije a mi misma.

Bajamos todos los estudiantes del autobús y una señora nos esperaba.

-Buen día alumnos nuevos, bienvenidos- dijo ella.

-Buen día- decimos todos.

-Les daré un recorrido para que se ubiquen mejor, síganme.

Seguimos a la señora y pude apreciar más de cerca aquella construcción.

-Estos son las aulas de clase, tienen el grupo arriba para que no se confundan.

Subimos al segundo piso y nos enseñó los baños y las habitaciones de aquel lugar, todo estaba perfecto.

-Bien alumnos, hagan una fila para entregarles su llave de su habitación.

Todos hicimos una fila y se nos entrego una llave con un llavero a mí me tocó la número 123.

-Sus clases empiezan mañana instalence y sientanse cómodos, nos vemos mañana.

Me diriji a la habitación correspondiente, entre y todo estaba muy bonito había una cama, un closet, una mesa y un pequeño sillón.

Empeze a desempacar mis cosas y me pareció escuchar una vocecita decir.

-Bienvenida a tu muerte.

Claro que no mi mente estaba generando idioteces.

Doble y organizar todo cuando estaba todo listo me di cuenta de que el día se había pasado.

Me recosté en la cama, la sábana estaba algo fría y un escalofrío invadió mi cuerpo.

De repente sentí que me jalaban mi cobija.

Me levanté rápidamente y no había nadie.

-Vamos Olivia, tu te estás generando todo esto.

Estuve todo el día despierta no podía dormir aunque me convenciera de que todo estaba bien.

Al fin había amanecido y me levanté algo despavilada.

Salí de la habitación y me di cuenta de que las habitaciones a lado mío estaban bloqueadas ¿Porque?.

Me diriji a mi aula correspondiente y todos se alejaban a mi paso alcance a escuchar lo que dijo un chico.

-Ella está en la habitación del suicido.

Muchos escalofríos recorrieron todo mi cuerpo no quería creer lo que escuchaba.

-Jovenes, comenzemos la clase silencio.- fue lo que dijo el maestro.

Toda la clase me la pasé distraída no podía creer que me había tocado esa habitación.

Por primera vez sentí miedo.

Clase tras clase así se acabó de nuevo todo un día.

No quería regresar a mi habitación pero no me quedaba de otra.

Subí las escaleras lentamente tratando de hacer tiempo y ahí estaba el oscuro pasillo que daba paso a mi habitación.

Con miedo avance lentamente y abrí la puerta.

Encendí rapidamente la luz y prendí todo lo que pude.

Saque mi computadora portátil y decidí videollamar a Sidney.

-Olivia, ¿Cómo estás?.

-Bien Sidney ¿Y tú?.

-Bien, aunque tengo mucha tarea.

-Ya veo se te ven unas ojeras.

-Oye, ¿Estás con alguien?.

-No, ¿Porque?.

-Vi a alguien pasar detrás tuyo.

Ante sus palabras mi cuerpo se paraliso.

La imagen de Sidney se distorsiono y la computadora se paraliso.

Las luces poco a poco se apagaron y lágrimas resbalaban por mi mejilla.

-Olivia...

Alguien pronuncio mi nombre pero estaba completamente sola...

-¿Quien eres?.- pregunte.

Pero no hubo ninguna palabra.

Me levanté a encender la luz pero no encendía.

-Carajo.

Quise salir de aquel lugar pero estaba cerrado.

Entonces sentí unas frías manos tomar mis tobillos y arrastrarme.

-¡Ayuda!-grite.

Me llevaron bajo la cama y mi vista se volvió oscura.

Cuando abrí los ojos de nuevo tenía enfrente a una joven extremadamente tenebrosa sus ojos estaban absolutamente negros y su cabello despeinado tenía un vestido lleno de sangre.

-¡Dejame en paz!-le grité.

-Eso no pasará-contesto.

-¿Que quieres de mi?.

-Ya lo verás...

De nuevo se volvió oscuro y enfrente de mi estaba esa chica pero sana y limpia.

Estaba sentada en la cama donde duermo.

Y un chico entro de repente.

-Te dije que no abrieras la boca, ahora pagarás.

La tomo del cuello y la asfixió.

Trate de evitarlo pero era como un fantasma.

Vi todo el sufrimiento de la chica y ella no se había suicidado la asesinaron.

De nuevo volví al presente y estaba de nuevo en mi habitación pero...

Estaba con una soga en el cuello.

Trate de safarme pero estaba muy apretada.

-¡Auxilio!-grito.

El aire se va de mis pulmones y entro en una desesperación.

Mis ojos se comienzan a cerrar.

Lo último que ví fue a la chica sonriendo y decir.

-Dulces sueños...

De nuevo abrí los ojos y estaba dentro de una caja cerrada.

El aire de mis pulmones se acababa mi peor pesadilla se cumplía.

Me enterraron viva.

Golpeaba pero nada funcionaba y finalmente mi sufrimiento termino.

Ten cuidado con los rumores pueden llegar a ser verdad.

 

 



#1552 en Paranormal
#1510 en Terror

En el texto hay: asesinos drama intriga

Editado: 02.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.