No podía creer que por fin había llegado este día. Mi primer día de clases en la universidad de Berkeley, estaba tan excitada que no había podido dormir la noche anterior. No había parado de dar vueltas en la cama de un lado a otro y debido a eso había amanecido con las sabanas completamente enredadas en mi cuerpo, como si de un gusano de seda se tratase. Estire la mano hacía la mesita de noche y revise mi teléfono móvil, solo tenía un par de mensajes de mi madre.
<No vayas a levantarte tarde, Llámame>
Y minutos después.
<¿Se puede saber porque aun no me has llamado?, ¿aun estas dormida verdad?>
Solo ella podía llegar a ser tan insistente a las 9:00 de la mañana. Dí un bostezo y tecleé en la pantalla.
<No tengo clase hasta las 10:30 así que tengo tiempo de sobras, besos>
Le envié antes de volver a dejar el teléfono móvil sobre la mesa.
Había decidido llevar el pelo liso, como de costumbre. Me maquille un poco, pero sin resultar exagerado, solo base, lápiz negro y rímel en las pestañas. Seguramente estaba tardando demasiado en arreglarme, y apostaría lo que fuese que ya casi sería la hora de marcharme. Puede que estuviese invirtiendo más tiempo de lo habitual porque en el fondo estaba realmente nerviosa y tenia miedo de saber cómo iban a salir las cosas, de conocer gente nueva, de cómo se me iban a dar las clases.
Me dirigí al armario y cogí unos vaqueros oscuros y una camisa sencilla. Tampoco me solía complicar mucho en la ropa, y hacía bastante calor como para llevar una chaqueta. Cogí mi reloj de la cómoda, no podía salir sin él. No sabía que zapatos ponerme, si escogía deportes parecería demasiado informal, descarte ese pensamiento y termine eligiendo mis convers gastadas.
Respire hondo un par de veces antes de coger el bolso y salir por la puerta.
…..
Lo mejor de esta universidad es que se encontraba bastante bien organizada, y en los planos que me estuve memorizando la noche anterior parecía que todo estaba fácilmente localizado. Saque el móvil del bolsillo derecho del pantalón, donde tenía una imagen en miniatura de los planos, les eche un vistazo mientras me dirigía al departamento de historia. Por lo visto se encontraba al otro lado del campus, cerca del edificio de ciencias.
Después de deambular por diferentes pasillos, por fin, conseguí dar con la que iba a ser mi clase. Lo primero que note al entrar es que parecía bastante abarrotada y eso que aún faltaba unos 15 minutos para que comenzara. Agudice la vista mirando a mi alrededor, quería elegir un buen sitio. Si me sentaba muy atrás sabía que no iba a enterarme prácticamente de nada, y los sitios del centro estaban casi todos ocupados.
-Elena, por aquí – Me llamo una voz -.
Giré la cabeza hacia el lugar de donde venia esa voz, y me encontré con un par de ojos azules y una cara conocida, Eric, el chico que conocí en la tienda. En el mismo momento en que lo vi, me relajé al instante. Fue como si me quitase un gran peso de encima. La sensación de alivio era realmente placentera.
Lo bueno de todo esto era que no iba a empezar mi primer día estando completamente sola.
- ¡Hola! Que coincidencia – lo salude acomodándome a su lado -.
-Menos mal que conozco a alguien, empezaba a ponerme nervioso – dijo Eric -.
-No sabes cómo te entiendo – suspiré resignada – No pude pegar ojo anoche, pensando en el día de hoy -.
Era tan fácil entablar una conversación con Eric, era como si lo conociese de toda la vida. Parecía ser ese tipo de personas con las que te siente a gusto de inmediato, en ese sentido me recordó un poco a Alice. Seguramente ambos podrían llegar a llevarse bastante bien, creo que debería presentarlos algún día.
- ¿Es tu primer año? – Pregunte con curiosidad -.
-Si, no tenía muy claro si terminaría eligiendo esta carrera o alguna que tuviese que ver con la electrónica – Dice Eric – Pero como puedes ver me decidí por esta - .
La silla a mi lado chirrió en el momento que alguien parecía estar ocupando ese lugar.
-Vaya sí que es un gran cambio – comente pensativa, la verdad es que nunca había pensado en otras opciones de carrera universitaria -.
Tenía muchas ganas de empezar esta primera clase, debía de ser bastante interesante. Por lo menos eso es lo que creía mientras observaba lo abarrotada que se encontraba el aula. Pensándolo bien, el tamaño reducido de la clase no ayudaba mucho con el ruido ya que todos se encontraban hablando sin parar. Eric comenzó a sacar los libros y lo imite.
Unos minutos después, llegó un señor delgado y alto que parecía demasiado joven para ser profesor, cosa que le hizo ganarse los suspiros de algunas alumnas a su paso. Y comenzó a dar la lección.
-Buenos días. Veo algunas caras conocidas y otras nuevas. Por lo tanto, a los que no me conocen soy el profesor Bennet. Estáis en la asignatura de historia antigua y medieval; es posible que lleguéis a aburriros en algunas ocasiones o que incluso lleguéis a estar tan saturados de información que no recordéis ni quien fue Julio Cesar, aunque os puedo asegurar que vais a aprender un montón de cosas que no os servirán para nada en el mundo real. Pero, que puedo decir, para eso está la universidad ¿verdad? – dijo soltando una sonrisa que derretiría el corazón a muchas -.