Mientras dure

Capítulo 13

¿Cómo podía Aaron hacerme sentir tan ansiosa por volver a verlo? cuando ni siquiera habían pasado dos horas desde que salió de mi apartamento. Poco a poco comenzaba a notar como crecía por momentos un extraño sentimiento en mi interior hacia él, como si un cordón invisible tirara de mi haciéndome coincidir con Aaron a cada momento. No sabía bien que diablos me pasaba, puede que fuese simplemente una especia de atracción sexual, no estaba ciega así que podía ver perfectamente lo bueno que estaba. Por supuesto que debía ser eso. Es más, esperaba que fuese eso, porque la alternativa seria que estaba enamorándome de Aaron y eso era algo que no quería que sucediese ni en un millón de años. Aaron era el prototipo perfecto para cubrir cualquier fantasía, y esa maldita sonrisa. Sacudí la cabeza alejando de mi mente a Aaron y su estúpida sonrisa irresistible.

Mierda él iba a terminar teniendo razón, estaba apunto de convertirme en otra más de sus patéticas fans.

Estaba completamente segura que esto solo era temporal, su interés por molestarme a cada rato, sus bromas que me hacen replantearme a cada momento todo, esos hoyuelos que le salen cuando me dedica una de sus sonrisas infinitas mientras clava su penetrante mirada esmeralda en mí. Todo eso sé que solo es temporal, y disminuiría con el paso de los días. Y será lo mejor. Todo volverá a ser como antes. Aunque una parte de mí, y estaba de acuerdo con ella, no quería que todo eso acabase. Solo quería que durase.

El sonido del teléfono móvil captó mi atención y lo cogí sin mirar si quiera quien estaba realizando la llamada.

-¿Quién es? - pregunté, pellizcándome el puente de la nariz -.

-¡Como que quien es! – me gritó la voz al otro lado del teléfono y me hizo sonreír al instante – Hace menos de una semana que nos vimos y ya has olvidado la existencia de tu mejor amiga.

-Claro, quiero olvidar lo molesta que eres – me mire las uñas, creo que necesitaba pintármelas el esmalte había empezado a cuartearse - ¿Puede ser que necesites oír mi voz a cada momento?

-Tu eres la que quisieras oír la voz de alguien que yo se me, a cada rato – adivinó -.

-Ya dime ¿Cuál es el verdadero motivo de tu llamada? – puse los ojos en blanco -.

-Esta noche Abby, Cody, Eric, tú y yo – comenzó a decir – cena y salimos a tomarnos algo.

-Hoy trabajo Alice – le recordé -.

Aunque me apetecía salir y distraerme con mis amigos, sabía que no era muy buena idea. Tenía que trabajar y también tenía pensado adelantar algunos trabajos atrasados de la universidad.

-Pero mañana no lo haces – hizo una pausa al otro lado del teléfono – y no busques escusas, se tus horarios.

-Pero es que … - piensa Elena, inventa algo que suene creíble -.

-Solo serán un par de copas, una salida tranquila – insistió ella -.

Esbocé una sonrisa. Ella no sabia el significado de una salida tranquila y sin incidentes.

-Sabes bien, que nunca hacemos una salida tranquila y relajada– respondí -.

-Oye no vamos a tener ni persecuciones, ni vamos a prender fuego a un contenedor – me dijo – Y tampoco ningún chico de nombre Aaron que es tremendamente sexy aparecerá, te lo prometo.

-No estés tan segura – masculle, aunque de repente deseé que si apareciese en esa cena – Bueno está bien cuando salga del trabajo te mandare un mensaje para saber dónde estaréis.

-Esa es mi amiga – celebró riendo -.

Casi creí oírla aplaudir, podría apostar que no conocía a nadie al que le encantase tanto planear cosas, y que encima siempre se terminase saliendo con la suya.

-Por cierto, ¿crees que Eric aceptara venir? – preguntó, en su voz note cierto nerviosismo -.

¿Alice nerviosa? Esto era mejor de lo que esperaba.

-¿Por qué motivo no iría? - inquirí -.

Se quedó callada unos instantes, parecía que se debatía entre lo que iba a decir.

-Mmm por nada en especial – contestó -.

-Creo que le encantaría que tú le dijeras lo de esta noche – dije con total sinceridad -.

-¿Estas segura? Cla-Claro que sí, voy a llamarlo ahora mismo – balbuceó -.

Adoraba a Alice así.

-Bueno nos vemos esta noche – me despedí y volví a dejar el teléfono en el mismo lugar, sobre la mesa -.

Me permití relajarme unos minutos sobre el sofá, tumbada mientras mi mente fantaseaba con la idea de que en un mundo paralelo Alice y Eric salían como una pareja y por otro lado Aaron y yo tenemos una cita doble con ellos. Todo era tan perfecto y a la vez tan irreal que me avergonzaba a mí misma por estar soñando despierta.

Vuelve al mundo real, Elena.

Decidí dejar de posponerlo y prepararme de una vez para el trabajo, ya que solo queda menos de una hora para mi hora de entrada. Me dirigí al armario de mi habitación, donde saque una falda blanca que se amolda completamente a mi cuerpo, queda por encima de las rodillas y tiene una abertura en su lado derecho, con tres pequeños botones al comienzo de la abertura. Me encantaba el contrate del color blanco con mi piel bronceada. Después de unos días de horrible lluvia, sí ya se que dije que adoraba la lluvia pero no cuando llueve tantos días seguidos, volvía a hacer sol y esta noche seguramente hiciese calor también. Cubrí mi pecho con un sencillo top negro y convine el conjunto con mis convers negras. Si de algo estaba segura es que adoraba ir arreglada y a la vez informal.




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