Mientras dure

Capítulo 15

Nos acercamos a la mesa donde estaban todos sentados. Alice me miraba entrecerrando los ojos, como si quisiera bombardearme con miles de preguntas sin parar. Estaba segura que una de las cosas que ella menos hubiese esperado sería aparecer el día de hoy acompañada de Aaron, y mucho menos que ese alguien fuese Aaron. Debía reconocer que estaba un poco nerviosa y eso que intentaba parecer calmada, ahora que estábamos aquí no me resultaba tan buena idea haber aparecido con Aaron.

Relájate Elena, sois amigos. Solo amigos. Tu misma lo dijiste antes, así que deja de desvariar.

-Hola, ¿lleváis mucho esperando? – solté mientras ocupaba un asiento en una de las sillas libres al lado de Abby, que me dedicaba una divertida mirada inquisidora -.

-Vi tu mensaje cuando estaba aparcando – dijo Alice, y jugueteó con un mechón de su pelo rubio mientras lo enroscaba – Lo que no me dijiste es que traías compañía.

Todos se volvieron a mirar a Aaron y luego a mí.

-Si, creo que omití un pequeño detalle – miré de reojo a Aaron que parecía ignorarnos por completo a todos mientras clavaba su vista en el menú -.

-Un gran detalle – corrigió Abby con una sonrisa en el rostro -.

Carraspeé.

-Oh claro, este es Aaron – lo presente y él levantó la cabeza de su lectura – Él es ...

-Él amor de su vida – soltó Aaron encogiéndose de hombros, y Cody casi se atraganta con el sorbo que le estaba dando a su bebida -.

-Aaron … - comencé taladrándole con la mirada -.

Ya estaba comenzando a burlarse de mí y no llevábamos ni 10 minutos aquí.

-Dejémoslo en el chico de sus sueños – sonrió Aaron despreocupado -.

-Es mi vecino – conteste por fin – y está en proceso de alcanzar el nivel de amigo.

-Ya estas siendo incoherente, creía que ya habíamos superado el nivel de amistad – me guiño un ojo -.

Por suerte en ese momento llego la camarera, y me alegre de su interrupción porque estaba a punto de abalanzarme sobre él y darle un par de golpes. Anotó la bebida de Aaron y la mía, y casi pude notar como no se había dirigido ni siquiera a mí. No apartaba la mirada de Aaron, dejando caer los parpados con coquetería. ¿Pero es que no había nadie normal en esta ciudad que pudiese resistir los encantos de este monstruo de ojos verdes?

De que te quejas, si tan solo tú pudieses resistirte a él cuando lo tienes cerca, me recordó mi subconsciente.

-¿Os traigo algo más? – preguntó la chica dirigiéndose solo a él, note el doble sentido en sus palabras -.

¿Hola? Estoy aquí

-Eso por ahora – contestó Aaron sin apartar la mirada del menú que había vuelto a coger -.

-Llámame cuando me necesites, ahora traigo su pedido – dijo ella antes de lanzarle una última mirada y darse la vuelta -.

Se le acaba de insinuar tan descaradamente, y por si fuese poco en mi cara. ¿De qué va esa tía?

-Que simpático es aquí el servicio – murmuró Alice -.

-Creo que demasiado – puse los ojos en blanco -.

Escuche como Alice soltó una carcajada, y me volví hacia ella frunciendo el ceño. ¿A que venía esa risita? La mire sin entender nada. Ella por otro lado enarcó una ceja e inclinó la cabeza en dirección a Aaron.

-Deberías ocultar tus celos o alguien pensaría que te importa Aaron – me susurró lo suficientemente bajo para que yo solo la escuchara -.

Incluso Alice se ha dado cuenta. Mierda. Elena, eres demasiado obvia. Espera, un momento. ¿Acaba de decir celos? ¿Quién estaba celosa? Por que yo no lo estoy.

-Entonces ¿desde cuándo conoces a nuestra Elena? – interrogó Abby a Aaron -.

-Desde hace bastante tiempo, prácticamente nos hemos criado juntos en la misma ciudad – contestó él sin darle demasiada importancia – además estaba saliendo con mi mejor amigo.

-¿Sí? No sabía nada de eso – Abby me dio un codazo – Entonces os llevabais bien desde hace tiempo.

-Se podría decir que sí, creo que la he visto pasar por casi todas sus etapas – explicó Aaron – desde que llevaba aparato en los dientes, hasta cuando Alice y ella aparecieron una mañana en la escuela con un tinte en el pelo azul y otro rojo – y añadió – parecían las fichas del parchís.

Cody y Eric comenzaron a reírse, Abby no pudo evitarlo y terminó uniéndose también a ellos.

-Oye fue un error de cálculo – se defendió Alice – Teníamos intención de ponernos solo unas mechas en el pelo, pero digamos que la cosa se descontrolo.

-No lo recuerdes, el tinte nos duró en el pelo más de un mes y se suponía que se quitaría solo con lavarnos la cabeza una vez – me ruborice -.

La suerte es que pudimos arreglar el destrozo que nos hicimos en el cabello antes del baile de fin de curso.

-Aaron ¿viste el partido de fútbol del otro día? – le preguntó Cody -.

-Por supuesto, fue una pasada – asintió Aaron con efusividad -.

-Ganasteis por muy poco – se integró Eric y Aaron le sacó el dedo corazón -.




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